Hay personas que, tocadas
por la mano del destino, nacen diferentes a las demás. Son
especiales, hasta el punto de poder llegar a sentir cosas que el
resto no, y por lo general, por eso mismo suelen ser marginadas en
lugar de escuchadas. Yo sufrí en mis carnes el longevo rechazo de un
pueblo sumido en la ignorancia, una parada errónea que me pasó una
de las mayores facturas de mi vida. Caí en picado desde lo más alto
de los cielos hasta estrellarme contra un duro suelo que pareció
enamorarse de mí y que no me dejaba ir. Tardé mucho tiempo en poder
levantarme, y aun a día de hoy dudo de que haya podido hacerlo
completamente. Vagué sola por senderos tan olvidados que terminaron
siendo alimento de los mitos y las leyendas. Pero son reales, porque
yo los recorrí. El problema es que nunca he conocido a alguien que
también lo haya hecho, y ese afán de encontrar a alguien que tan
sólo me escuchara, aunque no me comprendiera, fue mi perdición.
Ahora, perdida en un
dolor que quizá nunca tenga fin, vuelvo a recordar los tiempos en
los que el frío era mi abrigo y la soledad mi mejor amiga. Los
tiempos en los que yo, sin darme cuenta, más crecí.
Hay muchas frases que me han encantado. Aunque sepa que es un texto cargado de emociones dolorosas, tengo que decirte que es precioso.
ResponderEliminarMuchos besotes, que te los mereces por escribir tan bien y ser tan linda ^^
Pues sí, el dolor no tiene por qué expresarse feamente. Buena pluma, señorita ;)
ResponderEliminarCoincido con Gretka y Kiüs, Hell Angel. Un escrito cargado de sentimientos. Al fin y al cabo de todo se aprende y con todo se crece personalmente. No dejes nunca de escribir tan bien :) Besitos
ResponderEliminarSeñorita, negro es el sendero por el que vagamos los del vaso roto... Pero caminos que con más o menos oscuridad, merecen otro final ¿No crees? Y ahora, brindriamos por ello si tuvieramos una jarra ^^
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