Datos personales

Mi foto
Solitaria, pensativa, divertida en mayor o menor medida, gusto por escuchar, leer, escribir, escuchar música, imaginar, sentir.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Vago y tangible recuerdo


Era dura, fría como una piedra e impenetrable. Sin embargo, sí había una que lograba hacerla ceder. Y lo descubrí porque una noche las sorprendí a las dos en la más perfecta intimidad, tocándose y sintiendo de manera sincronizada y perfecta. Los ojos de mi pequeña brillaban con un fulgor transparente que en seguida intuí, pero no pude cerciorarme de nada, aunque lo sospeché. La otra, la que tenía la habilidad de volverla tierna, se le metía dentro, en lo más profundo, y la hacía sentir. Pero nunca supe qué era exactamente eso que había en sus ojos. Ella tocaba y la otra respondía. Ella. La otra que era capaz de algo que ni yo mismo había podido... Se llamaba música. Y ahora sé mejor que nadie lo que digo, porque esa noche estaba lloviendo y ella tocaba el piano afuera en la terraza, empapándose sin importarle lo más mínimo. Ahora, tanto tiempo después, se la conoce como la mujer que lloraba a escondidas, porque para evitar ser descubierta, lloraba tocando bajo la lluvia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario