tag:blogger.com,1999:blog-67619602790036720922024-03-13T05:04:38.324+01:00Ardiens Gelu Cor¿De dónde nacen los sentimientos si no del corazón y del alma?
Este pequeño apartado lo consideraré mi hogar en las ocasiones en las que me sienta en la necesidad de gritar por escrito lo que siento.Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.comBlogger45125tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-5146291396331008812014-02-16T05:26:00.000+01:002014-02-16T05:26:49.613+01:00Poema de José Ángel Buesa<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy he descubierto este poema. Es tan bonito y a la vez tan desgarrador que me ha enamorado la primera vez que lo he leído. No podía pasar la oportunidad de publicarlo aquí.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<div style="text-align: center;">
<u><span style="font-size: x-large;">EL ÁRBOL VIEJO</span></u></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Por José Ángel Buesa.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<i><br /></i></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
Buen árbol que perdiste bruscamente los dones</div>
<div style="text-align: center;">
de la flor y del fruto, bajo la racha fría:</div>
<div style="text-align: center;">
tu pesadumbre austera se parece a la mía,</div>
<div style="text-align: center;">
y así, como tus hojas, volarán mis canciones.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Pero, tarde o temprano, vendrá la primavera,</div>
<div style="text-align: center;">
y, al rejuvenecerse tu tronco envejecido,</div>
<div style="text-align: center;">
tendrás la flor y el fruto, y el follaje, y el nido...</div>
<div style="text-align: center;">
Y yo, en cambio, no tengo tu esperanza siquiera.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Cien veces me ofreciste tu sombra en el verano;</div>
<div style="text-align: center;">
cien veces tu perfume fue a visitar mi casa,</div>
<div style="text-align: center;">
buen árbol que floreces mientras la vida pasa,</div>
<div style="text-align: center;">
acaso porque ignoras que nunca pasa en vano.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Mi niñez te recuerda casi como un amigo,</div>
<div style="text-align: center;">
aunque ya se agrietaba tu ancianidad de abuelo.</div>
<div style="text-align: center;">
Y hoy, al ver cómo creces todavía hacia el cielo,</div>
<div style="text-align: center;">
ni aun me queda el consuelo de envejecer contigo.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Pues, aunque nos agobian idénticos otoños,</div>
<div style="text-align: center;">
sobre tus hojas secas crecen hojas lozanas,</div>
<div style="text-align: center;">
y así, algún día, el viento despeinará mis canas,</div>
<div style="text-align: center;">
trayéndome el perfume de tus nuevos retoños...</div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-23509224423730257412014-02-10T16:00:00.001+01:002014-02-10T16:00:23.532+01:00La sinrazón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por más que lo intento no
encuentro una forma poco polémica de decirte lo que siento. Ni siquiera sé cómo
sucedió, cómo comenzó; sólo sé que desde entonces eres, a la vez, quien me
quita el sueño y quien apacigua mis demonios. Verte supone confusión y alivio;
perderte de vista, calma y ansiedad. No sé de qué manera pedirte sin ofender a
vivos y a muertos una oportunidad para hacerte feliz, de modo que no lo haré. Y
eso me llena de rabia e impotencia porque no es justo que pierdas una
oportunidad, pero muy a mi pesar sobre los sentimientos del corazón no se
manda, y sé de buena mano que lo que siento no es correspondido. Hay veces que
siento pena y otras vergüenza, unas veces deseo estrecharte para siempre entre
mis brazos y otras desearía no haberte conocido. Pero ya no hay marcha atrás, y
aunque se pudiera, no lo haría. Al entrar en mi corazón me devolviste las ganas
de creer que el mundo puede no ser tan malo como a veces parece, porque ¿cómo
ibas a poder existir tú, que eres luz pura, en un mundo donde la impenetrable
oscuridad no te hubiera permitido brillar? Ni el castigo divino más cruel se lo
habría siquiera planteado. Pero no pretendo que me comprendas. Tampoco que me
valores y, de resultarte ofensivo, me perdones. Sólo me atrevo a hacerte una
petición, y ésa es que sigas existiendo, que sigas sonriendo para que almas
alejadas de su camino como yo puedan encontrar con tu resplandor el camino de
vuelta a casa. No sé si eres lo mejor o lo peor que me ha pasado en la vida,
pero afortunadamente eso todavía no me importa. </div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-50355310844724401492014-01-23T10:26:00.001+01:002014-01-23T10:26:57.220+01:00El demonio<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black;"><span style="color: #741b47;">Consiguió arrastrarse hasta las escaleras; luego, murió. Por
el camino fue dejando un rastro de sangre al que se unían de vez en cuando
restos de su propia carne, deshecha. El
olor era insoportable. El ambiente estaba tan cargado que los vapores producidos
por los desechos orgánicos podía casi masticarse. Unas horas antes el joven
Matthew, ahora muerto a los pies de una escalera cuya cima le hubiese devuelto
la libertad, jamás hubiera pensado que una simple manzana le costaría tan cara.
Ya no había ni rastro de sus piernas. Lo que quedaba de ellas –si podían
llamarse así- se convulsionaban levemente cuando el borbotón de la poca sangre
que le quedaba en el cuerpo era expulsado hacia un exterior amargo. Cuando su
corazón dejó de recibir sangre que bombear, falló, provocándole la muerte; pero
Matthew ya llevaba muerto mucho rato antes de dejar de respirar. Sin saberlo había muerto en el instante en el
que la figura fantasmagórica que cubría su apariencia con una toga con capucha
hizo acto de presencia en la celda a la que había sido llevado tras ser
detenido por los guardias. La figura no hablaba, no emitía ni un solo sonido;
tan sólo portaba un cuchillo afilado y unos ojos plateados que solamente
podrían pertenecer a la mismísima Muerte. ¿Acaso esa figura era la Muerte? ¿O
era algo mucho peor, como un demonio? Tal vez, muy en el fondo, Matthew sabía
que sobraban las palabras y, tal vez también, la figura ya sabía de antes que
no habría preguntas. Matthew no dijo nada. Matthew solamente pudo entonar un
grito antes de que la figura se abalanzara sobre él y le cortara la lengua de
un tajo. Aún entre sus manos, la figura la observó, sonrió con dientes afilados
y le dio un bocado antes de tragar con gusto y lamer con alevosía la sangre del
cuchillo. Los ojos de Matthew se abrieron tanto que pronto sus órbitas
abandonaron sus respectivos cuencos para transformarse en dos semiesferas
demasiado suculentas para dejarlas ahí. La figura clavó su arma en el ojo
derecho del joven de repente. Matthew no lo vio venir y rompió a sangrar
manchando el suelo, su ropa, sus manos, su cara y hasta su cabello. En un
pequeño atisbo de lucidez, mientras la figura reía a carcajadas demoníacas con
su premio en la punta del utensilio, Matthew echó a correr sin saber bien cómo.
Tampoco sin saber cómo, cuando ya creyó haber dejado a la figura atrás, ésta
apareció en un hueco lateral de la pared y nuevamente se abalanzó sobre él,
esta vez mutilando sus piernas en un abrir y cerrar de ojos. Instantes después,
el joven ya no sentía ningún dolor. Lo que sentía era un pavor tan atroz que ni
muchos de los peores seres humanos sobre la faz de la Tierra se lo desearían a
su peor enemigo. Matthew creyó durante unos instantes en todas esas historias
de fantasmas y seres oscuros y malvados que le contaron de pequeño para
asustarlo. Todos los mitos parten de alguna leyenda, y todas las leyendas
parten de una verdad desfragmentada.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black;"><span style="color: #741b47;">-Pog favogd, féjame magshag… gio no he egsho nagda –imploró
delirante con la poca voz que le quedaba.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black;"><span style="color: #741b47;">Pero nada impidió que la figura siguiera destrozando su
carne hasta apurar el hueso entre carcajadas sacadas de la peor de las
pesadillas. La figura se levantó y miró dubitativa a Matthew con una mirada
apenada, como si el hecho de que él ya no llorara le quitara toda la diversión.
Pero sonrió, tomó parte de sus piernas y con una risa gutural maléfica lo dejó
marchar cruelmente, ya que sabía que no sobreviviría. Y así, mientras Matthew
exalaba sus últimos alientos y caía a los pies de la escalera, la figura
recorrió una serie de pasillos hasta llegar a una sala apartada donde lo
esperaban una caldera de agua y más cosas hirviendo sobre una fogata de
abundante leña. A la entrada, dos antorchas custodiaban quién entraba y quién
salía. Arrojó la carne dentro y entre risotadas y susurros en otro idioma y de
otro mundo removió con un gran palo de madera gris. Pasaron varios minutos
antes de que el hechizo empezara a cobrar forma, olor y color. Pronto el agua
bermeja se tornó amarillenta y el humo gris se tornó verde moho. Sin embargo,
la figura maldijo a regañadientes la interrupción, pues unos pasos comenzaron a
oírse a lo lejos. Alguien debió haber escuchado los escasos alaridos de
Matthew. Maldiciendo, la figura continuó removiendo hasta el final. Sin
embargo, cuando quienesquiera que estuviesen allí llegaran a la habitación, ya
no habría nadie.</span></span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-44279208449499057702013-12-12T00:50:00.000+01:002013-12-12T00:50:29.328+01:00El arte según un ewahita<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La muerte no es el precio que un
artista paga por ser feliz. Un verdadero artista está condenado a vagar sin
rumbo fijo aunque su día a día se resuma en una sencilla rutina. El corazón de
un artista se duerme todas las noches apaciguado y se despierta cada mañana al
borde de una taquicardia, eufórico. Su mente no descansa nunca. Incluso cuando
no está, está. Siempre maquinando cosas nuevas, siempre creando, siempre
innovando. De ahí que el mayor epicentro de creación radique en esa parte
pueril de la sociedad conformada por infantes. Ellos, los inocentes. Los que no
tienen límites, los que no conocen el miedo. Los que ponen su alma entera a la
hora de intentar alcanzar un sueño. No como los adultos quienes, movidos por
tantas preocupaciones que les roban la energía y el espíritu y que al final
nunca suceden, se esconden tras una fachada de formalidad y monotonía que los
asfixia. Pero es el precio que pagan para ser felices. Los artistas no. Los
artistas no son felices. A ojos externos los artistas se dejan llevar por sus
emociones y explotan sus sentimientos, y eso les hace felices porque hacen lo
que les gusta. No, no. Nada más alejado de la realidad. Los artistas no son
felices porque no pueden ser felices. ¿Cómo pueden ser felices si jamás logran
satisfacer sus ansias de perfección? ¿Cómo sonreír plenamente si en realidad no
hay motivos para sonreír? ¿Cómo pretender que un día de lluvia sea triste si en
el corazón de un artista se está librando una batalla? Él después pintará un
cuadro para desahogarse, pero quienes lo vean jamás llegarán a comprender la
verdadera angustia que le oprimía el pecho mientras empuñaba el pincel y la
paleta. El público jamás entenderá a los artistas, por eso precisamente son
artistas. Porque crean, porque deben crear, porque necesitan crear. Los
artistas jamás llegarán a nada porque jamás llegarán a ser nada. Un artista
sabe que esa incomprensión, que ese rechazo, que esa locura que lo acompañarán
toda la vida serán el precio a pagar por ser quienes quieren ser... Pero jamás
lo conseguirán. Ése. Ése es el precio que un artista se ve obligado a pagar por
ser feliz. La vida. No la muerte, sino la vida.</span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-85539660141604498432013-11-22T04:10:00.000+01:002013-11-22T04:10:52.012+01:00La piedad es un arma de doble filo (fragmento)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tras un nuevo parón por mi parte aquí traigo otra hazaña de Elizabeth. En este caso el día de la boda real hubo un ataque rebelde que se saldó con innumerableles muertos y heridos. Estos últimos acuden en masa a lugares donde son bien recibidos y el convento es uno de ellos. Allí Elizabeth tendrá un encuentro con una mujer muy peculiar. Os dejo el link como hice con el anterior post. Espero que os guste ^^</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://talesofbagarok.foroactivo.com/t1271-la-piedad-es-un-arma-de-doble-filo-sor-elizabeth">http://talesofbagarok.foroactivo.com/t1271-la-piedad-es-un-arma-de-doble-filo-sor-elizabeth</a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
* * *</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes de morir mi padre escribió una carta. En ella le
confesaba a mi madre su profundo asco hacia ella por lo que hacía cada noche
cuando él y yo dormíamos en nuestras camas, solos los dos. En esas líneas
torcidas por la rabia y el dolor pude leer cómo vagamente le susurraba un “te
quiero, pese a todo” soplado con pigmentos de color negro como seguramente
debiere estar su corazón en el momento de empuñar la pluma. No decía más. No
decía menos. Decía lo que tenía que decir y cómo lo tenía que decir; los
sentimientos ya eran historia. Ella se los había matado. Mi madre no era mala
persona, o al menos eso creí hasta esa noche en la que todo sucedió. Ella se
levantó de la cama y me despertó al bajar las escaleras. La seguí incluso fuera
de la casa, fuera del barrio, casi fuera del pueblo. El burdel. Mi madre iba
cada noche a vender su cuerpo a los desconocidos a cambio de un dinero que
servía para calmar el hambre por unas horas hasta el día siguiente. Pero mi
padre trabajaba duramente de sol a sol todos los días de la semana a veces
incluso sin descanso. Se esforzaba. Era un hombre rudo que no sabía nada de
política ni de modales, pero la verdadera reina de Bagarok era mi madre. No le
faltaba de nada, o quizá tanto se esforzaba mi padre en darle lo material que
se olvidó de lo sentimental. A mi padre le dolió más el golpe en el orgullo por
trabajar más y conseguir menos que el engaño en sí. Pero ya daba igual, ya no
importaba. Cuando mi madre volvió a casa esa noche mi padre la estaba
esperando. Yo, agazapada en la penumbra que me brindaba la escalera, fui
testigo del juicio al que se sometieron ambas miradas cuando se encontraron.
Ella reprochaba falta de cariño. Él respeto. Ninguno dijo nada. Ninguno tenía la
culpa y ambos fueron culpables de todo. Esa noche la deuda se saldó con sangre,
pero la carta sobrevivió escondida bajo mis ropas. Años después continuaba
leyendo la carta de mi padre de vez en cuando, cuando, tal vez, necesitaba
comprobar una vez más que de verdad todo sucedió, que todo fue real. Que vi a
mi madre con el cuello rasgado y a mi padre con el corazón atravesado. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Suspiré y cerré los ojos ante una nueva oleada de gritos de
dolor. Muchos de los refugiados que se guarecían en el convento presentaban
características similares a esas heridas que yo recordaba como si las viera
desde que abría los ojos hasta que los volvía a cerrar. Esa misma mañana, de
madrugada, otro hombre había sido llamado al más allá herido de un lanzazo en
el pecho y yo no pude por menos que correr a mi habitación, encerrarme un rato
allí y morder la almohada para no echarme a gritar. Pasaron tal vez un par de
horas desde que cerré la puerta hasta que se volvió a abrir otra vez. En el
transcurso de ese tiempo lloré, pensé, leí una y otra vez la carta de mi padre
y reflexioné. Por más veces que la leyera –ya me la sabía de memoria- no podía
sentirme culpable de hacer lo que hacía por las noches. Yo no era como mi
madre. Yo no tenía una familia que mantener ni un hijo al que cuidar. De
haberlo mantenido conmigo las cosas podrían haber sido muy diferentes. De
verdad que sí. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Salí de la habitación porque cuando desplegué el maltrecho
papel para volver a leer lo que ya sabía una voz a lo lejos llamó mi atención.
Alguien estaba cantando en medio del dolor. Me sorprendí tanto que no supe si
alegrarme o llevarme las manos a la cabeza, pero dado que nadie más lo hizo
decidí salir a ver qué estaba ocurriendo. El sonido de la puerta al cerrarse
retumbó en mi espalda y me dio impulso para echar a andar. Antes de llegar al
lugar del que provenía la melodía me aseguré de limpiar mis ojos por si
resquicios de lágrimas quedaban en ellos. Elizabeth no lloraba. Elizabeth dejó
de llorar mucho tiempo atrás.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No tardé en llegar ya que los refugiados se contaban por
decenas y lo ocupaban casi todo. Cada paso que daba me acercaba más a la voz,
hasta que divisé una figura sentada al lado de un niño. A él lo vi, pero a ella
no le pude ver el rostro. Sí, lo que había escuchado era una voz femenina y,
efectivamente, su dueña estaba allí. De espaldas y con un cabello inusual
cayendo por su espalda. El niño parecía sufrir un éxtasis y decidí dejar que
terminara. Aunque fuese algo malo, si por un rato conseguía despejar los
miedos, no podía ser tan malo. Cuando su canto finalizó me acerqué a ella con
pasos lentos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-¿Quién sois vos? –le pregunté estando ella aún de espaldas.
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sabía qué rostro podía tener esa voz, pero a juzgar por
su dulzura y su inusual apariencia no podía ser desagradable. </div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-14792244224893189632013-10-08T13:06:00.000+02:002013-10-08T13:06:33.250+02:00Conversación<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #a64d79; font-family: inherit;">-Buenas
noches, Cohen.</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #741b47; font-family: inherit;">-Buenas
noches, jefe Jaworski.</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #a64d79; font-family: inherit;">-¿Cómo
le ha ido hoy en el servicio?</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #741b47; font-family: inherit;">-Bastante
bien, la verdad. ¿Qué tal le ha ido a usted? *el tono de su voz es,
quizá, más ahogado o hasta apasionado que de costumbre*</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span style="color: #741b47;"> </span><span style="color: #a64d79;">-</span><span style="color: #a64d79;">Papeleo - contesta sin más, soltando un suave y resumido suspiro,
indicando cuánto le gustaba dicho trabajo -. Deberían permitirnos
colocar a alguien que se encargue de eso.</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #741b47; font-family: inherit;">-Becarios,
tal vez. O una secretaria *frunce el ceño, se lame los labios y saca
la cajetilla de tabaco, ofreciéndole al jefe primero con un alza de
cejas*</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #a64d79; font-family: inherit;">*Kolek Jaworski acepta el cigarrillo, no sin observar con esa mirada
analítica la lengua de su subordinado: - Gracias. El problema es
encontrar alguien de confianza para el cargo; por algo somos pocos en
esta sección - comenta mientras busca su mechero en el vaquero, el
cual usa y luego tiende a Cohen.</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #741b47; font-family: inherit;">*No
puede evitar seguir con la mirada las manos que de alguna forma
acarician esa zona tan deseada. Al coger el mechero, le roza
suavemente los dedos; lo justo para sentir, para que no llame
demasiado la atención, insinuante* Si usted quiere, a mí no me
importaría quedarme un rato más... por las noches. Adelantando
cosas *le sonríe, seductor*</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #a64d79; font-family: inherit;">*A
Kolek ni se le pasa desapercibido el roce, ni lo ignora, pero hace
como si no le ha sentido, tan sólo guardando el instrumento cuando
vuelve a su poder: - Sería una buena opción, además de una buena
manera de mostrar su entrega al... cuerpo, Cohen - llevó el cigarro
a sus labios y dio una calada -. Al menos mientras encontramos
alguien que haga el trabajo sucio.</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #741b47; font-family: inherit;">*Sonríe,
da una calada, exhala el humo y lo mira* ¿A qué cuerpo? *susurra,
oscuro, con una ceja levantada y mordiéndose la punta de la lengua.
Una ínfima sonrisa acompaña su expresión*</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #a64d79; font-family: inherit;">*
Kolek Jaworski alza una ceja, sosteniendo el cigarro a escaso
centímetro de sus labios: - El de policía, Cohen, ¿qué otro iba a
ser? - y dio la calada que se había quedado a medio camino.</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #741b47; font-family: inherit;">*Se
muerde el labio y esta vez no se molesta en disimularlo.
Sencillamente, es incapaz de hacerlo* Claro. El de policía, sí...
*lo mira de arriba a abajo fugazmente, da una calada profunda y se
acerca unos pasos a él, como quien no quiere la cosa pero sabiendo
que se va a dar cuenta* Me gusta muchísimo el cuerpo. ¿A usted no?</span></span></div>
<div style="page-break-inside: avoid; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: #a64d79; font-family: inherit;">*
Kolek Jaworski le observó acercarse, aunque no se inmutó. No se iba
a amedrentar, desde luego que no, de hecho el impulso que tuvo fue el
de agarrar a aquel hombre y estamparlo contra la pared para
encarcelarlo con su propio cuerpo. Pero Kolek tenía experiencia en
controlarse y, por muy atractivo que fuese aquel hombre, aún tenía
que demostrar su valía: - Si no me gustase no llevaría décadas en
él, Cohen - anotó tirando la colilla al suelo y apagándola con su
zapato -. Buenas noches, Cohen; nos vemos mañana.</span></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br />
</div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-23691675522311538972013-09-12T04:10:00.000+02:002013-09-13T02:01:42.032+02:00Cosita<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hace MUCHO que no subo nada y esto no es precisamente largo ni decente, pero se me acaba de ocurrir y lo he escrito pensando en ponerlo aquí. Espero que os guste ^^</span><br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Una vez conocí a un hombre tan
siniestro y misterioso como un gato en la penumbra. Como una noche cerrada con
finos reflejos de luz lunar, o como una chimenea encendida que susurra nombres
de bosques lejanos. Pero, al mismo tiempo, tan interesante que mis ojos se
perdían en su mirada, en su cuerpo, hasta en su forma de andar o de sonreír.</span> </div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-66092413201996180582013-04-06T19:11:00.001+02:002013-04-07T16:16:43.862+02:00Rebeka<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sé que llevo tiempo sin escribir, lo sé y lo siento, pero he estado liadilla con otras cosillas y no se me ocurría nada que escribir. Esta mañana me he puesto a teclear y al final me ha salido esto. Espero que os guste ^^</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: black;"><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><br /></span></span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;">Una
tarde como otra cualquiera en París. Las calles se abarrotan de
mendigos que piden limosna en la puerta de las iglesias y los
comerciantes van y vienen en busca de nuevos contactos y mercancías.
Las clases más pudientes, sobretodo señoritas, se pasean bajo
sombrillas que impiden que sus teces se tuesten más de lo
políticamente correcto. En una esquina hay una puta sobándose con
un par de buenos mozos y una calle más allá hay un muchacho tocando
el acordeón por unas monedas. En su estuche: apenas dos francos, un
diente y un retrato de la que posiblemente sea su amada. Y en un
callejón algo apartado, bajo un letrero medio caído que se choca
contra la pared cuando sopla el viento, hay una librería no
demasiado conocida donde Rebeka compra un diario por un módico
precio rebajado gracias al buen humor que sus pechos le provocan al
vendedor. Rebeka deja caer la moneda sobre el mostrador, le dedica
una sonrisa fatal al hombre gordo y baboso y se guarda el diario bajo
la chaqueta. Al abrir la puerta para marcharse, puede escuchar cómo
el hombre susurra que le encantaría volver a verla. Rebeka no se da
la vuelta para responderle. Rebeka no escucha. Rebeka ya ha dejado el
callejón atrás cuando el varón se recupera de su éxtasis visual y
la maldice por haberle engañado al pagarle con una chapa de cerveza.</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;">Rebeka
camina por las calles de París. Cuando el cegador sol primaveral se
lo permite, mira al cielo y recuerda su niñez en su casa de Vichy,
donde se tumbaba con su hermano en el césped del jardín y jugaban a
adivinar las formas que tomaban las nubes que pasaban sobre sus
cabecitas. Sonriendo, comprueba que una pequeña nube rota por el
alto techo de Notre Dâme simula una flor de pétalos voluptuosos y,
seguramente, allá en su imaginación, colores vívidos y alegres.
Rebeka detiene sus pasos. Delante, los gritos de una mujer desgarrada
por el dolor alertan a los transeúntes de que su hijo a muerto al no
haber superado unas altas fiebres que lo tenían en cama desde hacía
una semana. Rebeka escucha como un hombre, tal vez familiar del niño
fallecido, le explica a, posiblemente, un amigo, que ha sido una
fiebre normal y corriente que necesitaba únicamente de unas hierbas
para ser combatida. Unas hierbas cuyo precio, obviamente, no han
podido permitirse. Rebeka agacha la cabeza y sigue adelante,
sintiendo sus ojos humedecerse cuando la madre libera un llanto justo
a su paso y éste se le clava en el alma. Rebeka no vuelve la vista
atrás. A Rebeka la acaba de venir un recuerdo doloroso a la mente y
ya no recuerda ni quién es durante unos segundos.</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;">Al
cabo de unos minutos Rebeka llega a su casa. No es más que un
cubículo viejo, húmedo y sucio, pero ella se encarga de tenerlo, al
menos, presentable para sus clientes y hasta para ella misma, para
recordarse de vez en cuando que todavía es persona y no caer en la
locura. Rebeka abandonó su casa algunos años atrás movida por el
morbo y la arrogancia y ahora, después de haber vivido lo que
quería, sabe que, aunque a veces llore, no ha podido tomar una mejor
decisión en su vida que la de marcharse y entregarse a los placeres
y tentaciones de la prostitución. Rebeka cuelga la chaqueta en el
viejo perchero colgado detrás de la puerta, ya cerrada, y abre el
diario. Ya lo ha visto en la tienda, pero antes de sentarse a
escribir prefiere oler sus páginas casi amarillentas una vez más.
Hmm... Olor a sabiduría. Rebeka se sienta en una pequeña aunque
cómoda silla frente al escritorio y, mojando la austera pluma en el
tarro de tinta, y con letra angulosa, empieza a escribir.</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><i>23
de abril del año 1800, París.</i></span></div>
</div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></i><br />
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br /></span></i></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><i>Me
llamo Rebeka, y soy prostituta. Hace ya varios años que me dedico a
esto y he de decir que no me siento desgraciada de hacer lo que hago,
es más, me siento bastante orgullosa de haber tenido el valor de
tomar la decisión que tomé la noche que decidí abandonar mi casa,
mi familia y mis amigos de Vichy, mi ciudad natal, para venirme a
París, cuna de todos los sueños rotos. Vivo sola en una pequeña
habitación alquilada a un matrimonio mayor al que, salta a la vista
en sus caras y su forma de tratarme, no le hace mucha gracia mi
profesión, pero jamás me han negado el atraso de un pago ni me han
dedicado una mala palabra. Supongo que, a fin de cuentas, todos
tenemos secretos y el dinero es un gran aliado cuando el temor a que
se descubran es mayor que la seguridad de saberlos bien ocultos.</i></span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></i></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><i>Como
ya he dicho, provengo de Vichy. Nací en Vichy un 14 de octubre de
1777, como es costumbre, en mi casa, frente a una chimenea y junto a
una comadrona que acompañaba a mi madre en el parto. Vine al mundo
sana y fuerte, según me contaron, con ganas de dar guerra </i>-Rebeka ríe al escribir esto y leerlo con la voz de su madre-<i>. En
casa éramos cinco: mis padres, Amy y François , mi hermano mayor,
Jerôme, yo, la mediana, y Geneviéve, la pequeña. Cuando me fui de
casa era apenas un bebé, ahora tendrá casi seis años. Todo había
sido siempre feliz y pacífico, lleno de risas y buen ambiente, hasta
que un día Jerôme se echó su primera novia. Empezó entonces a
volver tarde a casa, a contestar mal a mis padres, a hacer,
básicamente, lo que le venía en gana. Y a mí, entrando entonces en
la adolescencia, me pareció divertidísimo. A mis padres no tanto, y
terminaron echándolo de casa. Yo, a escondidas, me escapaba a verle
porque lo quería muchísimo y no soportaba estar sin él. Estábamos
tan unidos que muchos se sorprendían de que no nos peleáramos como
era común en hermanos tan jóvenes. Jerôme era tan especial que
muchas de las veces que me escapé acabó enseñándome cosas de
índole sexual que fueron las que me despertaron las ganas de
sentirme deseada. En el hipotético caso de que hubiese que buscar un
culpable a mis acciones, sería él. Pero yo lo hice porque me dio la
gana, de lo contrario jamás habría vuelto. Jerôme jamás me obligó
a ir a esos lugares. Fue esta, mi cabeza, la que maquinaba durante el
día y ejecutaba por la noche. Cada vez me escapaba más y más
seguidamente hasta que, como era de esperar, mis padres me pillaron.
Todavía recuerdo la sombra de mi padre a la mañana siguiente
diciéndome de todo sin palabras, señalándome la puerta de la calle
con el índice y el brazo extendido, dándome la espalda. Mi madre
lloraba en un rincón con un retrato mía en su regazo, y de cuando
en cuando la estrechaba contra su pecho. Geneviéve lloraba en la
cuna. Jerôme yacía muerto con el cuello rajado debajo del puente,
tal vez ya se lo hubiera llevado la corriente. Sin mucho más que
hacer o que decir recogí unas cuantas pertenencias, no demasiadas, y
salí de mi casa para no volver. Extrañamente, aunque repudiada por
mi familia, no me sentía mal. Me sentía dolida, sí, pero no como
para echarme a llorar a la desesperada, sino como si mi perro de toda
la vida hubiera muerto de hambre o de frío. Estaba mal, mas no sin
esperanza.</i></span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></i></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><i>Eché
a andar por la ciudad. Algunas personas me reconocieron y señalaron,
y apartaron la vista de mí cuando las miré. Valiente cobarde el que
juzga habiendo sido juzgado </i>-Rebeka ríe otra vez, ahora
alargando la risa unos segundos-.<i> Llegué a un punto donde la
ciudad se terminó y el campo se abrió ante mí. Caminé por la
tierra unas horas hasta que una carreta tirada por un asno y
conducida por un señor me preguntó si me dirigía a París, su
destino. Por unos momentos lo pensé, pero luego me pregunté, "¿por
qué no?". París, París, la capital más hermosa y famosa del
mundo (o al menos eso pensaba yo a mis diecisiete años), y me subí
a la parte trasera de la carreta. Horas más tarde, ya de madrugada,
Notre Dâme se irguió majestuosa ante nosotros. Bajé de la carreta
y me quedé embobada viéndola. Entonces, ese hombre me abrazó por
detrás y me preguntó si quería pasar la noche con él. Al
contrario de lo que me esperaba no me asusté, sino que noté humedad
entre mis piernas y acepté de buen grado. Entramos a la posada, me
quitó la ropa con ansias, me hizo gritar con furia y a la mañana
siguiente se fue dejándome el dinero sobre la mesita de noche. Y así
fue como empezó todo </i>-Rebeka muerde la punta de la pluma y
se relame después, sonriendo con malicia-. <i>Busqué trabajo
en varios burdeles pero muchas de las chicas me rechazaron por saber
demasiado a mi corta edad y por quitarles la clientela al ser más
joven y bonita que ellas, ya demasiado mayores para los caprichosos
falos con músculos que las frecuentaban. Por suerte, pude ahorrar lo
suficiente como para “independizarme” y buscando y buscando
encontré la habitación que este matrimonio me alquiló a un precio
bastante, debo reconocerlo, asequible para mí, cosa que siempre les
agradeceré. No hablan mucho. A él sólo lo he visto dos veces, y ha
sido a través del ventanuco superior de la puerta cuando ha venido a
cobrarme (y ha sido cuando la que no ha podido venir a cobrarme ha
sido ella). Se me ha olvidado mencionar que viven en la planta baja.
Quizá sea por eso que me miran con mala cara </i>-Rebeka suelta
una carcajada. Es más que obvio, ya que a veces se lleva a los
clientes allí cuando ellos no tienen un lugar en el que yacer.
Rebeka suspira, y termina su entrada en el diario-.</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></i></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><i>Vivir
sola en París y dedicarme a la prostitución me ha enseñado que hay
muchas caras en una monedas y no solamente dos como se piensa. Tal
vez y por eso, sea que hay distintos tipos de monedas. Y yo sé
bastante de monedas.</i></span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></i></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i><span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></i></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><i>Rebeka.</i></span></div>
</div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;">Rebeka
sopla para secar la tinta de su firma, devuelve la pluma al tintero y
cierra el diario; lo guarda en el único cajón del escritorio.
Rebeka suspira. Rebeka apoya los codos en el escritorio y se sirve de
sus manos entrelazadas como soporte para su barbilla. Entonces Rebeka
hace un repaso rápido por esos años de su vida en los que fue
completamente feliz rodeada de sus seres queridos. En el diario no lo
ha dicho, porque le duele demasiado, pero una vez tuvo un aborto
cuando un cliente insatisfecho a causa de una gran borrachera que le
impidió endurecerse la golpeó en el estómago con fuerza. Por eso
ha llorado al pasar al lado de esa mujer en la calle, porque, aunque
jamás ha abrazado a su pequeño, sabe lo duro que es perderlo.</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;">Rebeka
cierra los ojos durante unos minutos, quedándose inmóvil. Rebeka
abre entonces los ojos y mira el reloj. Las nueve y media. Es hora de
que Rebeka cambie su indumentaria, se maquille y salga a recorrer las
calles de París como cada noche desde hace ya seis largos años.
¿Seis años, ya? Hay que ver, lo lento que pasa el tiempo para los
muertos de hambre aun cuando éstos son tan soñadores como los
ricos.</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="line-height: 0.4cm; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;">Rebeka
vuelve a ponerse la chaqueta que descuelga del perchero y cierra la
puerta tras de sí. Al bajar las escaleras se encuentra cara a cara
con su casera, la cual está barriendo la puerta y la mira fríamente.
Rebeka le dedica una sonrisa afable y pasa a su lado diciendo <i>"Buenas
noches, madame"</i>, pero la <i>madame</i> no
contesta. A Rebeka la ilumina la luz de la luna. Echa a andar y
sus tacones resuenan en el empedrado parisino. Unas calles más abajo
la llaman desde un callejón y ella acude, soltando los primeros
gritos fingidos y ganando los primeros francos de la noche. Rebeka es
una rosa. Y las rosas tienen espinas.</span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-66473781091189761622013-02-11T02:36:00.000+01:002013-02-11T02:38:05.323+01:00Enlace a la historia de Clarissa<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vengo a deciros algo sobre Clarissa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">He pensado que sería mejor dejaros el link de la página donde se lleva a cabo la historia de Sor Beth con el príncipe (ya he posteado un par de cosas sobre ellos) en lugar de estar subiendo cada respuesta mía, porque sin las suyas no entenderéis la historia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">http://talesofbagarok.foroactivo.com/t169-secretos-y-conjuras-oliver-posible-18</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si no sabéis lo que es un foro de rol, es un foro basado en la narración, es decir, yo me creo un personaje y junto a otros personajes manejados por otras personas llevamos a cabo una historia a través de la escritura. Básicamente, como si escribiésemos un libro entre varias personas. Tales of Bagarok está ambientado en la Edad Media y se sitúa en Bagarok, un reino ficticio ubicado en Inglaterra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En este caso concreto, Sor Beth (Clarissa) creía que el príncipe, Oliver, sabía quién y qué era ella, pero resulta que no. Él sí sabía que había una monja puta, pero no que era ella concretamente. Así pues, cuando ella ha llegado toda suplicante con el tema de la revolución como excusa han chocado, y se ha liado la de Dios. Obviamente, ella va a defederse xD</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Espero que os guste si lo seguís ^^</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Gracias por haberlo leído hasta ahora :)</span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-87582355675015149162013-01-28T06:41:00.000+01:002013-01-28T06:41:15.594+01:00Cruel destino<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"> Te vi caminar por aquel sendero con tus
pies de marfil desnudos sobre las hojas secas. Tu cabello caía por
tus hombros y tu espalda como una cascada que imitaba El salto del
ángel movido por el viento.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"> Te llamé varias veces, pero no
respondiste. La sombra que gobernaba tu corazón tenía más fuerza
que yo mismo que siempre procuré tenderte un rayo de luz cuando te
hacía falta. Me empeñé en mantenerte con vida tan desesperadamente
que olvidé que no eras para mí, y terminé enamorándome de ti.
Pero cuanto más recuerdo tu partida más me pregunto si en realidad
no me enamoré de un sueño, de una ilusión de una vida contigo. Me
enamoré de una esperanza que sólo existió en mí, en mi corazón.
Me enamoré de tu sonrisa imaginaria, de tus caricias anheladas y de
tus besos necesitados. Y lo sé porque desde que te conocí nunca te
vi sonreír, ni acariciarme ni besarme. Sólo mirabas al infinito y
te preguntabas qué habría más allá de aquel sendero maldito.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"> No sé si volverás, pero si lo haces
aquí estaré yo, consolándome con una nueva esperanza: la de volver
a verte algún día. </span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-81897565461119371592013-01-10T12:05:00.000+01:002013-01-10T12:13:24.698+01:00El fin de un vuelo (final)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bien. Supongo que el estar deprimida hasta la médula y a la vez rebosante de ideas romántico-eróticas tiene resultados tales que así xD</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si leísteis más abajo, posteé la historia de Donovan, el Halcón. Esta mañana me he emparanoyado a lo grande y al ver una fotografía de dos caballos en la nieve se me ha ocurrido esto. No es ni más ni menos que un final que se me ha ocurrido para su historia. Durante ésta, Donovan conoce a Angel y, tras mucho, se terminan enamorando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Espero que sea de vuestro agrado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img border="0" height="331" src="http://hastalosjuegos.es/bazinga/wp-content/uploads/2012/11/Caballos-en-la-nieve.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="400" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Runa y Averno</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://hastalosjuegos.es/bazinga/wp-content/uploads/2012/11/Caballos-en-la-nieve.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-large;"></span></a></div>
<span style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Mientras tanto, en las nevadas montañas
del norte, Averno galopaba junto a Runa. No hay que preguntarse por
qué llegaron hasta allí, ni cómo. Hay que preguntarse </span><i style="font-family: inherit;">qué</i><span style="font-family: inherit;"> hacían
allí, dos caballos sin jinete galopando a través de la nieve y
dejando una estela de huellas imborrables a su paso. Hacían lo que,
en vida, sus dueños nunca pudieron saborear. Ser libres. Ser
completamente libres y disfrutar de su mutua compañía y afecto.
Levantaban la nieve con sus cascos, saltaban dunas heladas,
provocaban ecos con sus relinchos y volaban junto al gélido viento
que siempre los acompañaba. No tenían frío. Tampoco hambre, ni
siquiera sed. Sin jinetes, ya no eran caballos de guerra. No eran
esclavos. Eran caballos salvajes, sin cadenas. No necesitaban nada
más que su libertad para vivir. Tal vez fue obra de la magia. O tal
vez no. Se querían. Se querían y se necesitaban como sus dueños. Y
no se separaban jamás.</span></span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Una mañana en la que el sol brillaba
más que otra veces, se acercaron, al paso, a una roca que sobresalía
muy por encima de las demás. Debajo había oscuridad, un pozo sin
fondo. Pero no importaba, había espacio de sobra para los dos.
Despacio, se aproximaron hasta el filo provocando vaho con su
respiración. Al detenerse, ambos miraron al infinito. Todo era tan
hermoso que parecía imposible que una guerra de tales proporciones
acabase de terminar. Había luz, había calor, había vida. Y ambos
lo sabían. Averno era el más adelantado. Runa relinchó suavemente,
como hacía Angel cuando quería llamar a Donovan cariñsoamente. El
frisón giró la cabeza y Runa se acercó, pasándole su hocico gris
por debajo del suyo azabache, una caricia cariñosa. Averno pegó
ambas frentes, como hacía Donovan con Angel para contemplar sus
atrayentes ojos negros. Era un caballo, pero casi sonrió. Y Runa
también. Y Donovan y Angel, dondequiera que estuviesen, también
tenían sus frentes pegadas y sus sonrisas decorando sus labios. Se
besaron, y se desvanecieron. </span> </div>
</div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-18935434553273752902013-01-02T11:47:00.000+01:002013-01-02T12:00:31.813+01:00Secretos y conjuras (fragmento)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lu, me pediste más sobre Clarissa. Aquí traigo algo nuevo ^^</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Explico: Elisabeth (anteriormente Clarissa) es una monja con una doble vida: por el día, finge ser una monja más del convento para poder tener un lugar en el que comer y dormir; de noche, se va al burdel a ejercer como prostituta. Parece ser que han llegado rumores a oídos del príncipe, y en un ataque de miedo Elisabeth va a verle. Tras unas palabras, esto es lo que ocurrió. Espero que os guste.</span><br />
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<span style="font-family: inherit;">En un principio, creí haberlo hecho bien. Se notaba que era un príncipe, mas tenía la esperanza de conseguirlo. El corazón se me paralizó cuando dijo que me conocía. <i>“Por supuesto que me conocéis... por eso estoy aquí.”</i></span></div>
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<span style="font-family: inherit;">-Sois muy amable, alteza, muchas gracias... -dije sonrojándome, con una reverencia. Pero de pronto...</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Un puñetazo en la garganta. Esa fue la sensación que apresó a mi cuerpo tras sus palabras. No había poder en el universo en ese momento capaz de devolverme aunque fuese un poco de calma o serenidad. Todo había salido bien hasta que fui tan estúpida de decir mi nombre. Dioses, cómo había podido ser tan estúpida... Mi nombre era el mismo en el convento y en el prostíbulo, pero jamás pensé que alguien se tomaría mi “mote” tan en serio. De hecho, jamás pensé que mi gran secreto llegaría tan lejos. La mentira que había sido mi vida y el engaño que ahora la gobernaba me habían enseñado muchas cosas, pero por alguna razón que en aquel momento me fue imposible establecer había cometido un error que iba a costarme la vida. Sí, dentro de mí, muy dentro, sentí que ya no tenía escapatoria. Mi respiración se tornó un huracán al que dediqué gran parte de mis fuerzas mentales para tratar de disimularlo, aun si saber sin lo había logrado o no. Por todos los dioses... Mi mente se había quedado en blanco, completamente en blanco, sólo excusas baratas o explicaciones inmediatas aparecían en ella. Sin embargo, gracias a un pequeño ápice de lucidez que se apiadó de mí fui capaz de caer en que no podía hacer eso. No podía intentar defenderme con argumentos simples y poco elaborados porque entonces me estaría poniendo en evidencia. “Eh, no, no, yo la conozco, pero no soy yo...” había sido una de esas excusas. <i>Por Cavardian, Elisabeth, no te falles ahora.</i> Un escalofrío me recorrió de la cabeza a los pies.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Respiré lo más naturalmente que pude. Si ese príncipe arrogante era lo suficientemente terco como para no creer los argumentos que se estaban forjando en mi cabeza mientras trataba de ganar tiempo con miradas de asombro y hasta de ofensa, entonces tenía reservada bajo el hábito mi gran golpe de gracia. Después de eso, no quedaría nada más que la fecha fijada de mi ejecución. </span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Un respingo sonoro fue mi reacción ante el portazo que dio. Semejante actitud no podía reflejar otra cosa mas que su furia y su oposición contra ese tema. No creía en los rebeldes, pero yo sí. Tal vez no era una de ellos, pero los había atendido en secreto junto a las demás hermanas cuando, muertos de hambre y de frío o bien heridos, acudían en busca de la caridad de los dioses que parecían haberse olvidado de ellos. Si el príncipe decidiese creer en su existencia, se daría cuenta de que yo estaba intentando hacernos un favor a los dos. Un momento. Una favor... un favor que nos beneficiase a ambos... ¡eso es! ¡Un pacto! De pronto, una media sonrisa se dibujó en mi rostro reflejando el haz de esperanza que nació en mi interior. Si la lencería no era suficiente, ya sabía cómo utilizarla para hacerle ceder. Pero primero, tenía que intentar salvarme.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">-Al-al-alteza -tartamudeé. -por Cavardian... ¿Cómo podéis acusarme de algo así? ¿Qué pruebas tenéis en mi contra? -fue mi primaria respuesta ante sus acusaciones. Sabía perfectamente que podía tomarlas como una provocación o, incluso, como una traición basada en el engaño, pero no me importaba. Tenía que sacar tiempo de donde fuere mientras mi cabeza seguía maquinando. Me aferré al crucifijo.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Mas mi esperanza se marchitó cuando el tono de su voz se elevó de tal manera que daba a entender que no aceptaría nada más que lo que dictaran sus órdenes. Y éstas habían sido bien claras. Comencé a caminar hacia atrás cuando se acercó, trastablillando por debajo del inmenso hábito. Fueron sólo unos pasos hasta que me choqué contra una mesa, pero se me hicieron agónicamente interminables. Un sudor frío comenzó a hacer acto de presencia en mi piel, dándole un brillo anormal. Dioses, debía mantenerme serena aunque fuese lo último que hiciese. Debía distraerlo como fuese, de modo que abordé nuevamente el tema de la revolución. Bajo esa mirada penetrante suya, la soledad de la estancia se incrementaba con una brutalidad peligrosa. Su propia cercanía era peligrosa... pero, de alguna forma, su rostro me resultaba atractivo y de lo más atrayente. No me di cuenta, pero me relamí al mirar sus labios.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">-Mi príncipe -comencé -Por favor, escuchadme. No estoy mintiendo, los rebeldes verdaderamente existen, yo misma he tratado con algunos de ellos que... -no pude terminar la frase. El miedo se agolpó en mi garganta cuando en un fugaz recuerdo escuché de nuevo la palabra “horca”. Entonces me quedé mirándolo fijamente y me di cuenta de que seguir por ese camino sería completamente inútil. Si seguía con aquello, podía perfectamente acusarme de algo mucho peor que la traición a la Iglesia, y era la traición a la corona. Saber demasiado sobre los rebeldes también era severamente castigado. Yo lo sabía muy bien... porque había visto a hombres morir por el simple hecho de dar una abrazo o un apretón de manos a un rebelde orgulloso de llamarse a sí mismo como tal. Me veía obligada a utilizar mis armas más rastreras y primitivas. Me veía obligada a actuar con el fin de que terminara viéndome como lo que verdaderamente era: una mujer, todavía hermosa, en frente del futuro hombre más poderoso del reino. Y no sólo eso, también tenía que conseguir que me viese como alguien a quien le convenía dejar con vida. </span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Con su rostro a pocos centímetros del mío, cerré los ojos y suspiré largamente. O al menos eso me pareció a mí.</span></div>
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<span style="font-family: inherit;">-Alteza -dije firme -Aunque no lo queráis creer, hay una verdadera revolución cociéndose a fuego lento bajo la capa de normalidad que finge existir en el reino. Yo lo he visto. -finalicé por fin, con una extraña calma recorriéndome. Como una liberación. -Y sí. Tenéis razón. No sé cómo ni por qué, pero conocéis mi gran secreto. -suspiré nuevamente, esta vez con la cabeza bien alta. Por supuesto que lo sabía: ese maldito caballero frente al que yo misma, ebria como una cuba, me había delatado -No voy a tratar de defenderme porque sería inútil. Si lo conocéis vos, es obvio que lo conoce más gente. -lo que iba a hacer era lo que había ido a hacer realmente allí. Intentar salvar mi vida. -El verdadero propósito de mi visita es ofreceros un pacto. El convento es un lugar importante para el pueblo, ya que la gran mayoría cree en Cavardian. Y puedo aseguraros, metiendo la mano en el fuego, que esos rumores de revolución están empezando a hacer mella entre las hermanas de la orden cavardiana y un gran número de fieles, cada vez más interesados en el tema. -me detuve un momento para tomar aliento. Mi congoja se había convertido ahora en una extraña mezcla de sutileza y picardía. -El pacto que vengo a ofreceros está completamente limpio de traiciones y segundas intenciones. Al igual que vuestras palabras, también es simple y directo -temblorosa, pasé una mano por mi cuello en un gesto que creí me tranquilizaría. Así fue. -Alteza -dije por fin. -Me he arriesgado a venir hasta aquí solamente para hacer un trato con vos. Si vos aceptáis, os juro por mi miserable vida que me encargaré de limpiar las manchas de revolución presentes en el convento y en todos los fieles que acudan a las misas desde hoy. Os juro también que me encargaré de impedir que nuevos rumores lleguen. Y os juro también mi lealtad, desde el día doy y hasta que me muera. -No había sido tan fácil como creí en un principio. Estaba asustada, pero a la vez tranquila y, de alguna manera, segura de que todo iba a salir bien. Sólo me quedaba una cosa más. Y, por todos los dioses que conocía y todos los que nunca conoceré. Y, por mi hijo... ojalá funcionase. -Pero... Eso solamente lo haré si me concedéis la piedad que os suplico. Y... si eso no es suficiente para vos... Si mi silencio con respecto a la revolución no es suficiente para vuestra merced, entonces... -había llegado el momento. Con mi corazón latiendo lentamente pero con una fuerza que podría habérmelo arrancado del pecho, me quité la capucha. Mi cabello se soltó por completo llegándome hasta la cintura, negro como la noche sobre el inmaculado hábito. Después, llevé las manos hasta la parte trasera del hábito y con delicadeza deshice el lazo que lo cerraba. La prenda se resbaló por mis brazos y mi torso hasta que finalmente cayó al suelo y solamente quedó sobre mi cuerpo la provocativa lencería que me había puesto con aquel fin. Mi torso lo cubría un corpiño de color gris como mis ojos con tacto de terciopelo, mis nalgas se cubrían de unas finas braguitas de igual tacto y ésta se ataba a las medias de medio muslo gracias a unos ligeros del color de la noche. Los zapatos, de un tacón considerablemente alto, eran del mismo color que el corpiño. -... entonces puedo ofreceros algo más que silencio. </span></div>
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<span style="font-family: inherit;">Callé. Miré al frente, donde estaban sus ojos azules. Ya había jugado todas mis cartas, ahora sólo quedaba esperar. Mi respiración, sorprendentemente, volvió a la normalidad. Él no tenía nada que perder, pero sí mucho que ganar. Yo... Yo podía perderlo todo. O ganar una nueva oportunidad.</span></div>
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Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-6139950863665176732012-12-10T00:14:00.003+01:002012-12-13T10:13:44.218+01:00Mil mundos con un mismo Dios<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<i>Estaban siendo unos meses inusualmente calurosos en la Escandinavia conocida. Desde hacía algunos días el sol había decidido experimentar en tierras gélidamente vírgenes a la espera de un resultado que podía contemplarse sin realizar un esfuerzo demasiado grande: los enormes y complejos vestidos de las mujeres se reducían a finas capas de tela fina y fresca, prendas que otorgaban sensualidad a las féminas al pegarse al cuerpo. Para los hombres, los pantalones de tela y las camisas de cálida pana se sustituyeron por finas capas de suave algodón. Pero todos, sin lugar a dudas, mantenían unas mejillas sonrojadas al saberse partícipes de aquel “espectáculo” del que absolutamente todos eran protagonistas. </i></div>
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<i>Seamos sinceros… Nunca nadie en aquella época, habría vestido así por mucho que se estuviera muriendo de calor… No a menos que todo el mundo lo hiciese. Entonces no habría problemas ni escándalos sociales. Pobre pensamiento humano… Qué impenetrable quieren hacerlo parecer cuando en realidad podía tambalearse con tan sólo unos días de calor… ¿Era todo su mundo así, a base de mentiras? Porque entonces sí tenemos la respuesta a muchísimas de las preguntas que se ha realizado el ser humano a lo largo de su historia, pero, sobretodo, a una de ellas, la más profunda… “¿Por qué?” Por una sencilla razón: por miedo. Miedo que carcome las entrañas ante el “qué vendrá” o el “qué dirán”, por ejemplo. Pobres humanos… O mejor dicho, pobres corazones moribundamente latentes que dan vida a tan variada raza… Diferentes colores de piel, diferentes formas de pensar, de vivir, de ver las cosas, de pensar, de sentir, de creer… Una raza que se cree tan poderosa y diferente que termina siendo la más frágil e insignificante de todas.</i></div>
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<i>Copenhague, verano de 1773.</i></div>
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Una tarde de domingo como otra cualquiera la adinerada y burguesa familia Bohr se disponía a salir a dar un paseo por el campo, lleno de flores y un verdor que sólo el verano podía proporcionar. Mientras que la joven y hermosa señora Bohr, Mettalise, cargaba con su hijo de apenas dos meses de edad en su regazo, Ejnar, el serio pero afable señor Bohr, Henning, era el cochero encargado de llevar las riendas de sus dos caballos, uno blanco y otro pinto, negro. Todo el camino marchó bien y la estancia fue agradable. El matrimonio pudo disfrutar de algo de tranquilidad e intimidad, pues el pequeño se había dormido acariciado y acunado por la cálida brisa del estío. </div>
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Ese día era uno de los pocos en el que todos podían escaparse furtivamente de los quehaceres cotidianos, hecho que se reflejaba en que ellos no eran los únicos que se paseaban por allí ni con intenciones de quedarse, si no todo, gran parte del día. </div>
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Y así, entre risas, besos, alguna que otra caricia invisible pero existente, palabras de amor y cariño y de promesas de futuros planes, transcurrió el día. </div>
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Al atardecer la familia protagonista de la historia recogió todo y volvieron a subirse al coche de caballos. El camino de vuelta fue tranquilo hasta que, cuando las sombras de la noche comenzaron a invadir la Tierra, tres figuras se interpusieron súbitamente en el camino de los animales, provocándoles pánico y que se encabritaran. En uno de esos azotes Henning cayó al suelo al intentar apaciguar a los equinos, que hacían caso omiso a sus palabras. Las tres enormes y negras bestias se abalanzaron sobre él y clavaron sus afilados colmillos en una carne tierna pero tensa y Henning, a pesar de sus gritos de dolor, pudo vociferar palabras que su mujer entendió, y obedeció. Mettalise procedió y dejó al niño dentro de su cuna, despierto por el vaivén del vehículo. Salió por la puerta que daba a la parte opuesta a la escena y se tapó la boca con una mano al contemplar tal horror. Una única mirada fue lo que intercambió con su marido que se desangraba por algunas heridas mientras su sangre era devorada desde otras. Los vampiros ignoraron la presencia de la mujer debido a su trabajo de carniceros, como también ignoraron el repentino grito y la rápida marcha que sucedieron al “Te quiero” de su víctima. </div>
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Mettalise obligó a los corceles a galopar tan rápido que pareció que incluso el coche iba a volcar en cada curva que tomaban. Entre lágrimas y sonido de cascos también se coló el llanto de un bebé que lloraba de hambre, sueño y miedo. Su madre no ignoró a su hijo, pero no se detuvo, no. Los caballos galoparon hasta que la espuma que salía de su boca bañó generosamente todo su pecho y parte de sus patas. Ni hablar de cómo quedaron las riendas, las manos de Mettalise y el lomo de los animales. </div>
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Nada más llegar a la puerta de su casa Metallise bajó torpemente del coche y abrió la puerta para coger a su hijo en brazos, el cual se había caído de la cuna y lloraba en el suelo con una fina hilera de sangre que nacía de su cabeza. Ella, horrorizada, comenzó a gritar que la ayudaran. Inmediatamente salieron afuera criados y mayordomos que acudieron en su ayuda y fueron a avisar al médico de la familia. Entre llantos, desesperación y falta de respuestas, la servidumbre comenzó a especular. No hubo un pronóstico grave para el niño, pero a Mettalise le fue diagnosticado un fuerte ataque de ansiedad. Ya nunca más volvería a ser la misma. </div>
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A la mañana siguiente el ama de llaves llamó reiteradamente a la puerta de la señora, pero ésta no abría la puerta, así que decidió entrar sin permiso. Su boca se torció en una mueca de sorpresa y de miedo al contemplar a Mettalise frente al espejo con el rostro chupado y las ojeras bien marcadas, de no haber dormido nada. Ella miró a su criada desde el espejo, a los ojos, sin mover la cabeza. El ama de llaves sintió cómo algo dentro de ella se paralizaba por el miedo. Y es que, desde esa mañana en la que la informaron de que habían descubierto desgraciadamente las ropas de su “difunto” marido tiradas en el camino, algo dentro de su mente se estropeó para siempre. El ama de llaves miró de reojo la cuna de Ejnar y lo compadeció desde lo más profundo de su corazón. </div>
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<i>Copenhague, verano de 1789</i>.</div>
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Era el decimosexto cumpleaños de Ejnar Bohr y el revuelo en la casa era, aparte de extraordinario, impresionante. Decorados por todas partes, mesas limpias, manteles relucientes, cristalería perfecta, cubertería de plata, alfombras de terciopelo perfectamente pulido y, como no, joyas y glamour por todas partes. Todo estaba casi listo y la señora Mettalise se paseaba por toda la casa con los ojos abiertos y una mueca labial que destilaba miedo y maldad por todas partes. Era una mujer bellísima cuya belleza se había ido mitigando con el paso del tiempo hasta convertirse en una marmórea alma en pena. Todo lo que hacía terminaba mal, sus órdenes eran irracionales y su comportamiento siempre se veía influenciado por voces que ella misma decía escuchar en su cabeza de forma persistente. </div>
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Loca. Estaba completamente loca desde la noche en la que su mente dejó de funcionar correctamente. Todo se había vuelto negro, peligroso y ello había desembocado en muchas manías cuya raíz estaba siempre en “proteger a su pequeño”. Excesivos cuidados que al joven Ejnar sacaban de quicio una vez tras otra… Como por ejemplo la insistente manía de su madre de que aprendiera a tocar el violonchelo. A pesar de todo, esa había sido la única idea que había acertado a encomendarle a su hijo. A Ejnar le chiflaba su instrumento, del cual ofrecería un pequeño concierto a media noche. Pero su insistencia era excesiva, hasta el punto en el que a veces Ejnar odiaba la música. Él era grande en la doctrina, se veía con futuro… Pero tanta y tanta presión sólo le inculcaban una tirria cada vez mayor hacia las cuerdas. </div>
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Mettalise corría por todas partes seguida de sus criadas que sujetaban entre sus manos todo lo necesario para obtener un buen resultado, sobretodo ornamental. Se acercaba la hora de llegada de los invitados y todavía faltaban, según ella, detalles por concretar. Eso la ponía nerviosa, histérica, incluso le levantó la mano a alguna de las criadas. Sus ojos enfermizos parecían contener chispas amarillentas que titilaban cuando se abrían desmesuradamente. Una de las razones por las que su locura, al menos, no menguaba, era que su fortuna mermaban considerablemente todos los días. Sus caprichos eran cada vez más y más caros, aunque eran cosas prácticamente inservibles. Casas que nunca pisaban, ropa que nunca se ponían, adornos que nunca relucían… Pero ella quería más y más. Consumir era una efecto secundario de sentirse poderosa… ¿O tal vez la mayor consecuencia?</div>
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Ejnar dormitaba en su habitación. Dentro de la cama y mirando de refilón su violonchelo, apoyado cerca de la ventana, dejaba pasar el tiempo. Unos porrazos en la puerta y unos gritos enfermizos tras ésta lo hicieron suspirar y querer morir en es mismo instante, pero se levantó y se vistió por respeto a todo el trabajo realizado y a las personas que se habían dejado los nervios por ello. Salió de su habitación con el porte grácil y risueño que había ensayado durante días y se paseó por entre todo el mundo con fingida alegría. La realidad era que no le gustaban sus cumpleaños. No, no como a cualquier niño, porque los demás niños no tenían a una demente como madre, ni tampoco recibían palizas cuando a ésta se le cruzaban los cables. </div>
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Pero ese cumpleaños sería especial para él, porque esa noche, después de charlar con gente, de recibir las compasivas miradas de quienes sabían del estado de su madre y lo miraban con lástima, de reír sin tener ganas y de un sinfín de cosas más, Ejnar recibió la ORDEN de Mettalise de tocar el violonchelo. Todos prestaron atención a las cortas palabras del tímido muchacho, quien comenzó a deslizar el arco y los dedos por sobre las cuerdas con gran precisión y maestría, sin apenas esforzarse para ello, solamente dejándose llevar. Entre el público se hallaba un caballero de dudosa posición que al finalizar el pequeño concierto se acercó a la madre del muchacho y le ofreció llevárselo de “gira”. Ella, por supuesto, mirando por dinero, aceptó sin consultárselo. Pero el muchacho, al enterarse por la noche de boca de su progenitora, se negó rotundamente. ¡No!, era lo único que salía de boca del chico. Y no sólo eran unas exclamaciones de negativa hacia su idea, sino también porque no quería recibir más golpes, golpes que estaba recibiendo desde arriba mientras estaba tirado en el suelo. Una noche más, dormiría caliente. </div>
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Siguió pasando el tiempo y Mettalise descubrió que aquel caballero era un bandolero al que habían asesinado colgándolo de un árbol. Entonces, su defectuosa mente supo que había hecho algo malo y fue a ver a su hijo que, como siempre, miraba por la ventana en busca de una ensoñación de libertad imposible. Lo abrazó y con su voz espectral le pidió perdón y prometió que nunca más le volvería a poner una mano encima… Pero él tenía que ser bueno, sino… </div>
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Unos meses más tarde, lo que quedaba de la familia Bohr estaba arruinada. Mettalise se había encargado de llegar hasta ello. Para colmo, ella sospechaba de que a su hijo le atraían sexualmente los hombres, hecho cierto, pero que nunca pudo confirmar verdaderamente. Sin embargo, no había sido Mettalise la única causante de la ruina. Un antiguo pretendiente al que había rechazado infinidad de veces se había dedicado a mover hilos y abogados para que misteriosamente la fortuna mermada sufriera pérdidas con el paso del tiempo. Entonces a Mettalise no le quedó más remedio que aceptar su propuesta de matrimonio, o se vería en la calle junto a su asustado hijo. </div>
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Fue una ceremonia discreta y marcada por el autoritarismo de Erik, el padrastro de Ejnar, autoridad que dominaría sus vidas durante los próximos años. Al día siguiente, cuando Mettalise ya mostraba sus primeros moratones en rostro y espalda, se metieron en un coche de caballos que los llevaría a su nueva residencia: Nakskov.</div>
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<i>Nakskov, sur de Dinamarca, invierno de 1793.</i></div>
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Habían pasado cinco años y gracias a ese matrimonio Mettalise se había estabilizado, pero no emocionalmente, sino físicamente debido a las palizas que recibía de parte de su nuevo marido. Ahora era Ejnar el que verdaderamente se compadecía de ella, pero no hacía nada. Al contrario, disfrutaba de cada gemido de dolor que su madre profería. “Así aprenderás”, le decía mentalmente cuando ocurría. </div>
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Ahora con la libertad otorgada gracias a sus veinte años, Ejnar podía ir y venir de la casa cuando le placía. Sí… Ahora por fin comenzaba a ser libre, como siempre había soñado a través del cristal de su antigua habitación. En esas escapadas, evidentemente nocturnas en su mayoría, iba a lo que iba. Buscaba el amor que nunca le habían dado en brazos de otras personas, en cuerpos ajenos al suyo que al mismo tiempo lo hacían sentir como si realmente valiera la pena. Se sentía querido. Pero apenas buscaba mujeres. Mujeres… Le atraían, sí, algunas lograban llevárselo hasta el cielo y hacerle tocar las estrellas con la punta de los dedos… Pero irremediablemente se acordaba de una mujer: su madre. De modo que… Lo que buscaba, eran hombres. En su mayoría eran hombres porque, por una parte, eran quienes realmente le atraían y, por otra, porque era un modo de evadirse físicamente del pensamiento femenino que lo atormentaba cuando veía una mujer. Necesitaba, anhelaba caricias sobre su cuerpo que fueran producidas por manos cálidas y fuertes, suaves e insistentes… Manos de hombre. Acostarse con hombres era también una manera de imaginarse cómo habría sido el abrazo de un padre que nunca tuvo ni apenas llegó a conocer. </div>
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Un amanecer Ejnar volvió a casa y se encontró con que la puerta de la habitación de sus “padres” estaba extrañamente entreabierta, y que de ella provenía un olor fuerte. Nada más empujar las hojas de madera, supo que otro cambio se avecinaba en su vida: Mettalise estaba tirada en el suelo, con el vestido desgarrado y arañazos y moratones por todas partes. También tenía un cuchillo en la mano, y la sangre que bañaba la hoja metálica no era suya, sino de Erik, quien descansaba sin vida sobre un gran charco de sangre que nacía de su cuello. Ejnar abrazó sin saber por qué a su madre y esa misma mañana huyeron juntos del lugar, no sin antes coger algo de dinero. Tomaron un barco que los llevó hasta el Imperio Alemán, y ahí empezó su nueva vida como fugitivos.</div>
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<i>Rostock, norte del Imperio Alemán, invierno de 1793.</i></div>
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Acababan de llegar a un país que desconocían pero cuyo idioma, gracias a sus clases, Ejnar manejaba con algo de fluidez. Tras días sin comer a Mettalise no se le ocurrió otra cosa vender su cuerpo para poder hacerlo. Ejnar se opuso desde un principio, pero mientras dormían en algún callejón Mettalise se escapaba y al día siguiente traía comida o, en su defecto, dinero. En cierto modo, el estómago de Ejnar ganaba a su corazón. </div>
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Fue pasando el tiempo y llegó de nuevo el verano. Tanto Mettalise como Ejnar se acostumbraron a aquella vida y, un día cansado de esperar a su madre, Ejnar también decidió probar suerte… Obteniendo bastantes buenos resultados. Sí, tanto los hombres como las mujeres lo buscaban y su “fama” creció entre los libertinos y libertinas. Una noche Mattalise volvió mal al callejón en el que vivían. Le dolía el estómago y sangraba por entre las piernas, resbalándole por éstas varias hileras de sangre cuyas gotas finales iban cayendo al suelo conforme avanzaba penosamente. Ejnar no estaba, se encontraba ofreciendo sus servicios a una joven aristócrata que se casaba al día siguiente, así que la demente Mettalise cayó finalmente al suelo, perdiendo a su nuevo hijo. Los ojos celestes de la loca miraron al cielo y éste fue lo último que vieron. </div>
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Cuando el muchacho volvió y la encontró, suspiró hondamente y supo que por fin todo había terminado. Pero su gloria no duró mucho. Abandonó el callejón tras “robarle” a su madre el dinero que tenía en su bolsito y se largó a recorrer la ciudad. Una ciudad que esa noche estaba bañada por la plateada luz de la luna llena. Se detuvo frente a un pequeño embalse y allí se arrodilló para lavarse la cara. Mientras se miraba en el reflejo del agua escuchó un sonido extraño, como un perro grande y rabioso, y antes de darse cuenta tuvo encima a una enorme bestia que le arañgó la cara, el pecho y le mordió el antebrazo en un intento de asestarle un puñetazo que no sirvió de nada. Afortunadamente ya estaba amaneciendo y, quién sabe por qué, la bestia infernal huyó de repente. Menos mal que Ejnar estaba en una zona en la que nadie podría verlo fácilmente… Porque se quedó ahí tirado casi todo el día, hasta el atardecer. Se despertó sudoroso y con un dolor terrible en el cuerpo, incluso ganas de vomitar. </div>
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No le dio importancia al acontecimiento y noche tras noche volvió a vender su cuerpo durante años, pasando por infinidad de camas, brazos y promesas rotas. Tuvo la suerte de que su renombre llegó a oídos de las clases altas y así logró algo que nunca se había propuesto. De pronto una noche, en la cama de uno de sus clientes tras haber mantenido relaciones, éste le ofreció ser sólo para él a cambio de una suma considerable. Pero no sólo eso, sino que también le ofreció quedarse en aquella misma casa a cambio todo de estar disponible cada vez que su nuevo “amo” lo requiriese. Y aceptó con tal de no seguir durmiendo sobre adoquines. </div>
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Fueron pasando los años y Ejnar fue pasando de mano en mano, según sus amos y amas se iban cansando de él. Pasó por múltiples ciudades y países: Imperio Alemán, Polonia (donde sufrió su primera transformación), Checoslovaquia, Suiza… Hasta que llegó a Francia. Allí su amo decidió instalarse en un lugar de prestigio, París. Una mañana, éste lo echó a la calle como a un perro después de pagarle su año y medio de servicio y Ejnar vagó por la ciudad varios días sin saber a dónde ir, pero sí sabiendo qué hacer… Al fin y al cabo, creía que para eso había nacido. Siguiendo los pasos de su madre de alguna forma, tanto en profesión como en estado mental. No, nunca se volvió loco, pero en ocasiones le hubiera gustado estarlo para no ser consciente de todo aquel sufrimiento.</div>
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<i>París, primavera de 1797.</i></div>
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Y de nuevo, una mujer. Una mujer lo despertó una noche cuando estaba dormitando en medio de un parque, a escondidas. Esa preciosidad a sus ojos vestía de forma poco ortodoxa que en seguida le dijo qué era. Era como él. ¿O él era como ella? No quiso saberlo, pero cuando ella le preguntó, él contestó. Como estaba acostumbrado: a obedecer. Entonces ella le propuso que la acompañara y accedió. Cuando llegaron a aquel lugar en el que las risas, el alcohol y el despilfarro reinaban tardó bastante en acostumbrarse, pero al menos dormía y comía caliente. Se quedó. Y entonces se propuso a sí mismo que nunca más volvería a pasar por algo así. Se quedaría toda su vida ejerciendo de aquello, sin volver a pensar nunca más en su madre o en su pasado. </div>
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Desde aquel día han pasado algunos años. Ejnar se convirtió en un muchacho cuya vida transcurriría entre besos, caricias y gemidos pagados. Permanecería a la espera de que alguien que necesitase de amor y cariño, como él hizo una vez, acudiera a sus brazos en busca de su amor y de su cariño.</div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-59639678041262493872012-12-07T04:29:00.002+01:002012-12-07T04:33:10.567+01:00El Halcón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><i>Si nos tuviésemos que detener en todas y cada una de mis hazañas que he protagonizado, tal vez nos quedáramos sin bosques utilizando tanto papel. Sí, así es, soy un arrogante en potencia. No es nada personal, en serio... es sólo que soy demasiado perfecto. Y lo sé. Y todos lo saben. No me queda más remedio que pasar por aquí para poder llegar a donde quiero, así que con mucho <strike>gusto</strike> pesar te contaré mi vida. Al menos sólo lo relevante. </i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><i>Todo comenzó cuando gané la primera batalla, hace ya mucho tiempo, cuando yo no era más que... *cof, cof* … oh, claro. Por el principio, sí... </i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><i><br /></i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><i><br /></i></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Era una tarde de primavera. Hermosa como sólo podían serlo las mujeres, y mi madre lo era muchísimo. Tenía un cabello rubio como las espigas de trigo, y unos ojos verdes que parecían llevarte al bosque. Su sonrisa nunca se borraba, y eso le encantaba a mi padre, quien estaba con ella esa tarde. Mi madre estaba dando a luz, me estaba teniendo a mí, y sus gritos se oían por todas partes, hasta yo los escuchaba. Cuando por fin estuve en este mundo ella me arropó en sus brazos y me besó la cabeza antes de tenderme a mi padre, quien hizo lo mismo y susurró lo orgulloso que estaría de mí cuando creciera. Si el pobre levantara la cabeza... </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Pasó el tiempo y mi carácter no cambiaba. Siempre fui un niño callado y reservado, aunque me reía, reía muchísimo. Pero siempre había algo que me guardaba, no sé por qué. Simplemente, no tenía ganas de contarlo. No por prepotencia o ganas de llamar la atención, sencillamente, me daba pereza. Y lo que quiera que fuese, se guardaba en mi pecho y ahí se dormía para siempre. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Mi padre solía llevarme a cazar con él y pronto aprendí a manejar el arco y el cuchillo, por lo que intentó instruirme más y potenciar mi habilidad. Nunca se dio cuenta de que estaba formando a uno de los mayores y mejores guerreros que habrían engendrado nunca las tierras de Bagarok. Pero estuvo cerca de saberlo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Un día, cuando yo contaba con quince años recién cumplidos, inexplicablemente cargué contra él con el arco y le abrí la cabeza de un flechazo. Bueno, rectifico... eso es para hacerme el duro. En realidad ocurrió que en el bosque un jabalí se dirigía hacia mí y cuando iba a disparar la flecha mi padre se interpuso con la idea de empujarme. Gajes del oficio... Y recuerdo que mi madre lloró y lloró como yo jamás la había visto hacerlo. Yo la vi llorar todos los días desde la muerte de mi padre, y también recuerdo que cada vez que me veía arremetía contra mí y más de una vez acabé sangrando por algún sitio. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Poco después se suicidó bebiendo un tarro de veneno. Y ahí me quedé yo, muerto de asco. Con tan sólo quince años no tenía muchas opciones, si acaso aprendiz de algo, o porta botas de vino de algún ricachón y no tan ricachón que me diera un saco sucio y viejo para dormir. Eso, o podía sacar partido de mis habilidades y utilizarlas. ¿Y qué mejor forma que sirviendo al rey? O mejor dicho... ¿Qué mejor forma de hacerlo que escalando poco a poco y algún día poder tener todo cuanto quisiera, y más? Y así fue como acabé en el cuartel, empezando por lo de siempre: mozo de cuadras, porta carretillas, limpiando, arreglando, cepillando... Pero con los años fui terminando de desarrollarme y maduré muchísimo en poco tiempo. Más gajes del oficio... esta vez respaldados por un “o espabilas o te largas”. Y espabilé, sí.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Fui ascendiendo poco a poco, y cada vez que Bagarok tenía que ir a la batalla ahí estaba yo, delante cuando cuando era un simple soldado de infantería y un poco más atrás cuando me dieron aquel precioso caballo negro y un título de caballero. Ah, sí... puedo recordar perfectamente todos y cada uno de los hombres que maté, aunque llevaran el casco en el momento de su muerte. Porque unos ojos que dejan de brillar delante de ti (o mejor dicho, por ti) no pueden olvidarse en la vida. Y han sido muchísimos los que han caído bajo mi espada, doctrina que adopté al darme cuenta de que una flecha mataba a un animal, pero no a miles de hombres. Con la espada no había que recargar, no había que apuntar, no había que quedarse quieto, agazapado, esperando. Con la espada tenía el poder de arremeter contra el enemigo y el privilegio de verlo sangrar y suplicar clemencia. No todos los soldados lo hacen, pero también es cierto que muchísimos no quieren luchar en nombre de un rey al que ni siquiera conocen. Y son esos mismos los que nunca vuelven a casa. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Un alto mando me acogió como una especie de “pupilo” al ser conocedor de mis proezas, y me tuvo con él hasta que murió. Luchamos codo con codo en innumerables ocasiones y nos hicimos inseparables... en todos los sentidos. Quizá sea la única persona que alguna vez me haya hecho sentir algo de verdad. Pero, por desgracia, traidores los hay siempre donde menos te lo esperas. Y a él lo mataron en un descuido cuando lanzó un ataque, un lanzazo fuerte, un golpe seco justo en el lado izquierdo de la espalda, atravesándole el corazón. Por primera vez en mi vida, entendí a mi madre. Yo nunca había llorado tanto, ni tampoco he vuelto a hacerlo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">A su muerte, mi condición de pupilo me transformó automáticamente en sucesor y ocupé su puesto y comencé a empuñar su espada, fabricada en madera y metal. Ahora, soy uno de los jefes más importantes, sino el que más, pues nunca ningún otro ha derramado tanta sangre ni le ha aportado tanto honor a Bagarok como yo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Tengo a mis órdenes a todos los hombres del reino. Es una sensación tan especial y a la vez específica que no puedo describirla. Grande. Sí, quizá sea esa la palabra que mejor me define: grande. Grande, implacable, victorioso. Recibí el mote de El Halcón hace un tiempo, cuando en una batalla que comenzaba poco después del alba fui capaz de advertir el número aproximado de hombres que iban a enfrentarse a nosotros y también su estrategia de ataque. Cuando terminó, se celebró un banquete en mi nombre. Y me sentí el mismísimo rey festejando que había ganado la corona de sangre más honorable que pueda existir. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Sí, soy conocido, admirado y respetado, tomo lo que quiero y lo dejo cuando quiero; no pregunto, no pido permiso, soy el mayor de los bastardos jamás concebidos... pero soy el primero en empuñar una espada cuando de la seguridad de mi reino se trata. Otros no pueden decir lo mismo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #741b47; font-family: inherit;"><span style="line-height: 18.200000762939453px;">Este último asunto de la rebelión me tiene en vela. ¿De verdad cree el pueblo que podrá con el rey, que podrá conmigo? Soñadores... siempre dando problemas, siempre. No sé vos, pero a mí los problemas me gusta erradicarlos de raíz. Y a ser posible, separando esa raíz del resto del cuerpo... por seguridad.</span></span></div>
</div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-73802164584648010222012-11-30T06:30:00.001+01:002012-11-30T06:30:24.462+01:00Reflexiones<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Me siento tan sola que sería capaz de
cualquier cosa. Cualquier cosa. Y en realidad, no tengo miedo de lo
que pueda ser capaz de hacer, en realidad no tengo miedo de nada. No
se puede tener miedo a nada cuando a causa de un gran sufrimiento has
estado tan cerca de la muerte y has visto cosas que pocas personas
han visto. Vives tan sepultado en las sombras y los recuerdos que
termina dándote igual estar enterrado bajo pesadumbre. Simplemente,
deja de importarte estar vivo. Lo ves todo desde un cuerpo que
únicamente te sirve de herramienta para hacer todo aquello que algo
incorpóreo no podría hacer, con falta de sensaciones. Y en
detrimento de éstas, se acrecentan las emociones. Comes, ríes,
andas, aprendes... pero siempre estás deseando volver a casa y
quedarte a solas para poder llorar tranquila. Sin saber cómo ni
porqué eres capaz de sentarte en una silla mirando al infinito y
quedarte así todo el día. Y no te importa, porque ya nada importa.
¿Qué puede tener importancia cuando has perdido las ganas de vivir?
Nada de afectos morales, nada de “hay que hacer lo que hay que
hacer porque esto es lo que hace todo el mundo”. El primer paso
para no ser un ignorante es saber, aceptar y asimilar que todos somos
diferentes. Que cada persona es un mundo y que cada ser humano posee
cualidades y defectos más o menos definidos a razón de las
circunstancias pertinentes en cada momento de su vida. Aquí no vale
que te hagan “ver las cosas como son”. Precisamente porque nadie
puede responder a esa pregunta. Inténtalo tú. ¿Cómo son las
cosas? ¿Como las ves tú? ¿Y por qué no puedes estar equivocado y
el que tiene razón es tu peor enemigo? ¿Por qué si tienes un dolor
en el pecho que te aprieta empiezas a escuchar cosas como “ya va
siendo hora de que lo superes”, o “en mi opinión ya deberías
haber salido de ahí”? O mi preferida: “estás exagerando, no me
lo creo”. ¿Quién coño eres tú para decidir cómo y cuándo debo
tomar decisiones y vivir de nuevo? ¿Quién, salvo yo misma, es dueño
de mi decisión de abrir los ojos cada mañana? ¿Quién? Lo lamento,
pero tú precisamente, no. Déjame en paz si eres incapaz de
comprender esto. Y olvídame si te niegas a aceptar que las cosas no
siempre son como tú crees que deben ser y que lo que tú superas en
dos meses otro lo supera en dos años, por la razón que sea. E
incluso, hay quien no llega a superarlo. Si alguna vez te sientes así
pero realmente quieres volver a vivir, húndete. No, no es una broma,
húndete, húndete del todo en el dolor y la miseria para que así
toques fondo y puedas impulsarte hacia arriba. No hay nada peor que
quedar atrapado en un vacío que no te deja avanzar ni retroceder.
Si, por el contrario, te quedas sin fuerzas para luchar, limítate a
observar. Quizá así algún día aprendas a volar en tu abismo y
asciendas otra vez. </span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-58868431233570045612012-11-28T23:38:00.004+01:002012-11-28T23:38:42.818+01:00A la mierda<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estoy harta. Me he cansado de la gente
y de todos vosotros. Me he cansado de ser una persona buena y
simpática que siempre intenta estar bien y hacer que los demás se
sientan bien. Estoy hasta los cojones de tragarme horas y horas de
problemas y gilipolleces sin abrir la boca para rechistar, siempre
escuchándolo todo y dando los mejores consejos que puedo porque sé
que cada persona afronta los problemas a su manera y cada cual
necesita su tiempo, sea cual sea. Estoy cansada de que siempre me
busquen a mí para desahogarse y soltar las penas y después si te he
visto no me acuerdo. Estoy harta también de que se empeñen en
despreciarme para todo y de que sólo se me busque cuando se necesite
algo. Lo reconozco, me gusta ser buena persona y me gusta ser buena
amiga. Y lo mejor de todo es que NUNCA he pedido nada a cambio ni
nunca le he dicho a nadie que se callara la puta boca de una vez
porque ya me tenía hasta los ovarios, aun cuando muchas veces
siempre era el mismo tema. Nunca he hecho eso. Nunca. Por eso me
parece de ser muy hipócrita que para una vez que yo tengo un
problema busque un apoyo en alguien y me encuentre con que a las dos
veces de prestarme atención, si quiera escucharme, se me mande a la
mierda y encima quede yo como la mala por X razones. En serio, me
tenéis harta. Iros todos a tomar por culo. Y, por supuesto, que se
dé por aludido quien quiera. </span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-73778098686721385522012-11-24T05:18:00.001+01:002012-11-24T05:21:28.308+01:00Resurrección<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="color: #741b47;"><br /></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">No puede decirse que todo lo que nos atormenta tenga una razón de ser exacta y verdadera, pero lo realmente cierto es que siempre hay algo que nos oprime el pecho, y más aún cuando se vive tanto tiempo, y más aún incluso cuando se ha sufrido tanto como yo. Me llamo Raxa, aunque otrora mi nombre fuese Sirkka, y esta es mi historia. La escribo desde lo más profundo de mi ser, afrontando los demonios que me atormentan al recordar y al revivir viejos momentos que me marcaron para siempre pero que desearía olvidar. La escribo porque siento que es la única forma de desahogarme y de dejar constancia de mi paso por el mundo y del por qué de este paso tan longevo. Todavía me queda algo pendiente antes de saber si me dejo caer en los brazos de la vida eterna, pero antes tengo que saldar cuentas con un viejo conocido: mi conversor. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Nací una fría mañana de diciembre de 1347 en la que fue la todavía vigente noche quien me acogió en sus brazos. No lo recuerdo, pero por lo que me contaba mi madre, lloré tanto que creyeron que no sobreviviría. A mi padre nunca le importé demasiado. Siempre fui una niña alegre y despierta, pero eso fue hace mucho tiempo. Toda mi infancia y pre-adolescencia la recuerdo llena de temor, apagada, oscura, llena de llanto y de dolor. Cuando miro al pasado todavía puedo sentir el dolor de los golpes de mi padre por todo el cuerpo, blanco de su constante puntería. Nunca me dijo por qué, nunca me dio una razón, nunca confesó por qué nos odiaba tanto a mí como a mi madre, quien también recibía lo suyo, aunque de una forma más sexual. Ella siempre me contó que mi padre era un buen hombre que había acabado loco por culpa de las batallas, del frío y del hambre. Yo por aquel entonces desconocía el significado de batalla, pero lo aprendí rápido cuando las palizas se acrecentaron y mi sola supervivencia ya era una lucha constante. Empecé a escaparme de casa para evitar más golpes, pero siempre me encontraban y... el castigo es más que obvio. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Recuerdo una noche en la que volví después de pasar fuera toda la tarde, evadiéndome, aliviándome. Tenía una herida en el costado de una paliza reciente y todavía no estaba curada del todo. Al llegar, mi padre me esperaba sentado en mi cama, con un cinturón en la mano y mi madre amordazada a una silla, a su lado. En ese momento ya supe que la noche no acabaría bien. De hecho, lo sabía desde que salí de casa, pero lo necesitaba tanto... Le pedí perdón a mi madre por dentro una y mil, pero antes de darme cuenta estaba desnuda y con la sangre resbalando por mi piel. El bastardo aquel me vio esa herida y no se le ocurrió otra cosa que pateármela hasta que me desmayé del dolor. Yo ya no lo vi, pero cuando desperté mi madre tenía la cara tan morada que parecía haberse estado a punto de ahogar. No volví a escaparme. Y a partir de entonces entendí que mi única posibilidad de sobrevivir era pasar inadvertida y callarme como una furcia. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Tiempo después, una noche, a mi padre le dio por llevarnos al teatro. Creo que nunca había visto a mi madre usar tantísimo maquillaje. Todo fue más o menos bien hasta que llegamos a la puerta del edificio, nos bajamos, y antes de poder dar dos pasos unos hombres nos acorralaron. Tenían el rostro cubierto, pero sus armas eran bien visibles. Creo recordar que mi madre me abrazó, no estoy muy segura, todo pasó muy deprisa. De lo que sí lo estoy es de que yo no parecí importarles demasiado, pues se abalanzaron sobre mi padre, degollándolo de un tajo, y después sobre mi madre, a la que le hicieron lo mismo. ¿A mí? A mí me cogieron y me subieron en un caballo que empezó a galopar cada vez más deprisa y que se perdió entre la niebla del norte. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">No recuerdo cuánto tiempo pasó a partir de entonces, pero me encerraron en un torreón oscuro y húmedo durante años. Sólo un hombre venía todos los días a traerme comida e intentaba no tener contacto alguno conmigo. Pero una noche... me arrepentí de haber nacido. Tantas palizas, tantos insultos... y ahora eso. Una noche vino un hombre diferente al de siempre. Su olor era extraño, y su presencia incluso molesta. Intenté esquivar su mirada, pero me la encontró y desde entonces comencé a perder fuerza, a sentirme débil y sin ganas de nada. No sabía qué pasaba, pero ahora sí: me controlaba a su voluntad. Recuerdo vagamente (y con asco) como en pocos minutos mi espalda se pegó al suelo, él a mi cuerpo y cómo lloré durante toda la noche con el dolor más infernal que he sentido nunca entre las piernas. Pasé la noche mirando la luna y rogándole que aliviara mi dolor, pero nunca me escuchó. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Noches como aquellas se repitieron durante muchas más, ya que nunca pude oponer resistencia. Una vez, incluso, me controló para que le correspondiera. Juro que en mi larga vida me he sentido más humillada, ni he sentido tanto asco de mí misma. Sin embargo, a pesar de todo, aún puedo agradecer no haber sido madre. Porque no habría podido soportarlo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Ese hombre era puro veneno. Desde la primera noche que abusó de mí empecé a sentirme extraña. No sabría explicarlo, pero, no había ni rastro de inocencia en mí. No tenía compasión por nada, todo me daba igual, incluso llegué a desearle. No supe por qué entonces. Tampoco lo sé ahora. Quizá el resto que dejaba dentro de mí me fuese consumiendo poco a poco hasta convertirme en un ser sin alma. Lo desconozco por completo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Una noche dije basta. Ese hombre, que nunca hablaba y cuyo nombre desconocía, no volvería a tocarme. Qué ingenua... Entró en la oscura habitación con deseos de lo evidente, y como siempre no pude resistirme. Sin embargo (tal vez fuese mi fuerza de voluntad, o que él ya daba por hecho que no me opondría) tuve fuerzas para jugársela. Conseguí asestarle una patada en su zona noble y aproveché que se retorcía en el suelo para levantarme y correr hacia la puerta. De pronto, y casi sin darme cuenta, lo volví a tener encima otra vez, esta vez de espaldas, mientras me sujetara para que no huyera. Durante el forcejeo pude asestarle un golpe en el rostro. Empezó a sangrar, y entonces se quitó el capuchón. Me quedé paralizada. Ese hombre tenía los ojos grises como la niebla y unos colmillos puntiagudos y sobresalientes por entre el resto de sus dientes. No me hizo falta pararme a pensar. De niña siempre me gustaron las historias sobre seres sobrenaturales. Me ayudaban a sobrellevar a la bestia de mi padre. Un vampiro. Dios santo, un vampiro. Por eso el control, por eso no pude quedarme embarazada y por eso su presencia únicamente por las noches. La sangre brotaba de su nariz. Me miró, sonrió malévolamente y me agarró la mandíbula con una mano, girando mi rostro para tener mi cuello a la vista, y me mordió. Solté un grito tan agudo que me dañé la garganta. Después, con ayuda de la otra, se incorporó hacia adelante y dejó que su sangre cayera en mi boca. Me sentí confusa, conmocionada, inerte. Sabía lo que aquello significaba. Y sabía que ya solamente me quedaba una oportunidad para huir. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Fingiendo debilidad, le asesté más golpes hasta que por fin pude correr. Nada más atravesar la puerta me sentí libre, pero poco iba a durar esa sensación. Mi cuerpo empezó a arder y me sentía tremendamente mareada. Mi instinto de supervivencia me decía que corriera y corriera, y, como pude, eso fue lo que hice. Conseguí llegar hasta los establos y me subí, a duras penas, a un caballo que estaba fuera, atado a un poste. Lo hice galopar tan rápido como pude y salí de allí sin volver la vista atrás. Poco después, mi mente se quedó en blanco, mi cuerpo “murió” y a partir de entonces ya no recuerdo nada más. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Desperté en una habitación completamente oscura alumbrada sólo por unas velas. En la mesita que había al lado de la cama había una copa con sangre y una tarjeta al pie que decía algo así como “Bebe, te hará falta”. Me repugnaba esa idea, pero mi boca estaba tan seca que no pude evitar tragar como una desesperada. La copa me duró apenas dos tragos, pero en seguida me revitalizó. Me levanté y empecé a buscar una puerta, pero no estaba acostumbrada a tanta oscuridad. De pronto, ésta (a los pies de la cama) se abrió y entró alguien. Sin acercarse a mí, un hombre con acento oriental me explicó que estaba a salvo y que no tenía que preocuparme por nada. Pero, que si quería empezar de cero, tenía que confiar en él e ir con él a una tierra donde las vacas eran sagradas. No tenía muchas opciones. Y ese hombre me trató tan bien que me sentí hasta incómoda, acostumbrada al desprecio. Acepté.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Me llevó a una tierra llamada India, en el que la vida no era para nada parecida al frío norte. La gente era amable, hospitalaria y siempre estaba ofreciendo cosas. Y también recuerdo calor, un calor sofocante que nunca antes había sentido. Y eso que viajábamos de noche. Cuando llegamos a nuestro destino, Calcuta, nos hospedamos en una casa que, al parecer, era suya. Recibí una habitación ancha decorada de forma anormal para mí, pero muy bella y bien cuidada. Durante el viaje hablamos poco, y una noche se presentó en mi alcoba y habló tendida y detalladamente. No dio apenas información sobre el hombre que me violaba casi todas las noches, pero me explicó qué era un vampiro (la realidad no se ajustaba del todo a lo que yo imaginaba), que no podía volver o me mataría y que mi única posibilidad era quedarme allí o irme, pero nunca volver. Sin darme cuenta me encariñé de él poco a poco, y con el paso del tiempo, me quedé. Con él. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Junto a Sadhil, que asís e llamaba, fui feliz unos años preciosos de mi vida. Él me enseñó el verdadero significado de la palabra mujer y que no todos los hombres eran iguales. Llegué a amarlo más que a mi vida, y por suerte, pude disfrutar junto a él una existencia larga y fuerte. Sin embargo, un día murió. O al menos eso me hicieron creer. Simplemente, un día desapareció. Aquello terminó de rematarme y lo empecé a odiar cada día más, porque el Sadhil que yo conocía no hubiera muerto. Ninguna explicación, ninguna señal, nada. Simplemente me dejó en herencia todo lo que tenía. Ahora yo era “libre” y tenía una venganza pendiente, hecho que una fortuna como la que ahora tenía podía facilitar considerablemente. Me fui, yo también, y desde ese momento comencé a llamarme Raxa, como me llamaba Shadil de cariño Raxa. La palabra que en hindú significa Diablesa.También cambié mi apellido por uno que siempre me gustó: Kerola. Me llevé el dinero que pude y empecé una nueva vida recorriendo Europa por mi cuenta e informándome de cosas y creando contactos. No tardé mucho. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">A pesar del dinero y del poder que poseía, poco a poco me fui dando cuenta de que por más que buscaba no lograba encontrar nada. Continué mi camino hasta que un día me crucé con otro inmortal como yo llamado Daniil. Su vida tampoco había sido fácil, y nos encariñamos mucho el uno del otro. Y una vez más, me quedé con él. Pero a él no lo amé. Lo quise mucho, pero no me enamoré. Lo veía, de algún modo, como el padre cariñoso y comprensivo que nunca tuve. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Un día, me ofreció algo enorme. Me regaló un título de Princesa de su país, Rusia. No pude negarme. Tenía un buen liderazgo y pensé que teniendo mucho más poder que antes lograría encontrar al bastardo que me violó y torturó durante años. Sí... Mi verdadera venganza comenzaba ahora. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Le prometí a Daniil que defendería mi título a muerte y que siempre sería una buena soberana, y en señal de lealtad adopté su apellido. No pienso defraudarle. Y, ay, las casualidades (o no tan casualidades) de la vida. Terminé siendo la princesa de un país vecino en lugar de serlo del mío propio. Con el paso de los años aprendí mucho de Daniil, sobre cómo tomar las mejores decisiones y en qué momentos aparcar el orgullo. Un día, simplemente, se fue. Todos creen que fue por cobardía, pero yo creo que en realidad se fugó con la mujer a la que amaba y a la que no quería perder por un simple título. Entonces, al ser la única princesa, heredé el cargo de Reina. Era mucho más duro que el de princesa, pero mucho más jugoso.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">La vida me ofrecía una nueva oportunidad, e iba a aprovecharla hasta que los dioses decidiesen que ya era hora de acabar con mi eterna existencia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #741b47; line-height: 18.200000762939453px;">Ahora que me he desahogado, creo que queda claro qué es ese algo pendiente que tengo. Juro por mi vida que acabaré con él cuando lo encuentre, porque lo haré. Y, quién sabe... Tal vez esté más cerca de lo que parece.</span></span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-89600558120180599382012-11-07T10:48:00.000+01:002012-11-07T11:04:29.140+01:00Semblante<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Hay personas que, tocadas
por la mano del destino, nacen diferentes a las demás. Son
especiales, hasta el punto de poder llegar a sentir cosas que el
resto no, y por lo general, por eso mismo suelen ser marginadas en
lugar de escuchadas. Yo sufrí en mis carnes el longevo rechazo de un
pueblo sumido en la ignorancia, una parada errónea que me pasó una
de las mayores facturas de mi vida. Caí en picado desde lo más alto
de los cielos hasta estrellarme contra un duro suelo que pareció
enamorarse de mí y que no me dejaba ir. Tardé mucho tiempo en poder
levantarme, y aun a día de hoy dudo de que haya podido hacerlo
completamente. Vagué sola por senderos tan olvidados que terminaron
siendo alimento de los mitos y las leyendas. Pero son reales, porque
yo los recorrí. El problema es que nunca he conocido a alguien que
también lo haya hecho, y ese afán de encontrar a alguien que tan
sólo me escuchara, aunque no me comprendiera, fue mi perdición.
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Ahora, perdida en un
dolor que quizá nunca tenga fin, vuelvo a recordar los tiempos en
los que el frío era mi abrigo y la soledad mi mejor amiga. Los
tiempos en los que yo, sin darme cuenta, más crecí. </div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-35476265892969064592012-11-07T10:18:00.000+01:002012-11-07T10:18:07.011+01:00La Promesa del Vampiro, 6; último capítulo.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: large;"><span lang="en-US"><b>CAPÍTULO
6.</b></span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
estaba sorprendida. Era la primera vez que alguien le hablaba sin
hacer visible el más mínimo gesto de desprecio, y fue algo que
agradeció. Tampoco solían tratarla con tanta confianza: hablaban
como si se conocieran de toda la vida. Era como si fuesen dos
personas destinadas a encontrarse, pero que no lo sabían</span></span><span style="font-size: small;">…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Águeda
era una muchacha muy simpática, de pelo rizado pelirrojo a media
melena, una cara fina con unos ojos de color marrón chocolate y una
divertida boca que siempre sonreía. Tenía una voz melodiosa y solía
gesticular con las manos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Le
contó a Morgana distintos aspectos de su vida en general, lo que dio
a conocer que llevaba una vida algo agetreada: sus padres eran dueños
de una cadena de hoteles y viajaban con relativa frecuenacia,
dejándola sola en casa o, como es ese caso, la mandaban con sus
hermanos mayores, que estudiaban en Ivendor.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Aunque
la estaba escuchando, Morgana no entendía porqué era Águeda tan
confiada con alguien que no había visto en su vida. Realmente le
sorprendía…</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">El
tren hizo su primera parada. Inmediatamente, el maquinista fue
entrando en todos los vagones anunciando a los viajantes de que al
ser la primera parada, daban de tiempo aproximadamente una hora para
así poder, quien tuviera que realizar un largo trayecto, ir a buscar
o comprar algo que les hiciera falta durante el viaje.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pero
por supuesto, Morgana seguía inmersa dentro de su cabeza, y todo el
bullicio se escuchaba como si fuera un suave sonido de fondo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Voy a bajarme, necesito algunas cosas. - informó Águeda. Y bajó
del tren. -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana,
seguía mirando por la ventana. Continuaba pensando que aquel viaje
no tenía sentido: la habían dejado sola muchas veces, incluso
aveces por largos perdiodos de tiempo, y ahora, la enviaban con su
tía.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Tal
vez todos sus viajes eran un aperitivo…” - pensaba -. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">También
recordó la expresión de su padre al darle la noticia. Era triste,
pero al mismo tiempo era como si se lo estuviese pidiendo como el más
grande y glorioso de los favores. Verdaderamente, no tenía sentido.
¿ Qué significaba aquello ? Pensó, y cerró los ojos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Águeda
volvió minutos más tarde, con un par de bolsas en las manos.
Creyendo que dormía, no le dijo nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Como
un potro que apenas empieza a andar, el tren fue arrancando poco a
poco, transformándose minutos más tarde en un poderoso corcel tan
rápido, fuerte y resistente, que le dio a Morgana la sensación de
estar montando al mejor caballo del mundo, el único capaz de saber
llevar a su jinete a la batalla de principio a fin, y cuyo corazón
estaba entregado a un solo y único dueño.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pasaron
tres horas hasta que el tren realizó su segunda parada. Morgana
abrió los ojos y se dio cuenta de que había una estación algo más
grande que la de Velturn, y en cuyo cartel de recepción podía
leerse en letras grandes: “Bienvenidos a Ivendor”.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pero
entonces, al ir a salir al pasillo, se percató de que esta vez, era
Águeda la que sí se había quedado dormida.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Águeda. Águeda, despierta…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Mmm… ¿ qué ocurre ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hemos llegado, vámos levántate.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Cómo ? ¿ Ya… ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, ya. Fin de este viaje. - y pronunció esta última frase con
cierto toque de ironía -.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Águeda
fue la primera en bajar, y fuera en el andén se quedó esperando a
Morgana que tenía que recoger su equipaje del vagón de carga.
Cuando lo hizo, se quedó unos momentos quieta, observando como el
tren se alejaba como un potro, el potro que después debía
convertirse en corcel.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, yo me dirijo hacia el norte de la ciudad. - empezó Águeda
-.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Yo hacia el este. - respondió ella. -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Entonces puedes acompañarme hasta mitad de camino.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
miraron, y Morgana echó a caminar carretera arriba, dando a conocer
que no tenía intención de hablar sobre nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
fin llegaron a un cruce en donde se despidieron con un suave
movimieto de cabeza, e instantes más tarde, Águeda se volvió para
decirle a su acompañante que la buscaría más tarde.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Tuvo
que atravesar algunas calles que le llamaron la atención por su
peculiar antigüedad, nada parecida al estilo modernista de la parte
nueva. Las casas y calles de la parte nueva estaban directamente
relacionadas con el urbanismo moderno, con todo tipo de servicios y
comodidades: tiendas de todo tipo, parques, bancos, puestos
ambulantes de golosinas, etc. En fin… lo normal en un lugar
moderno.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Pero
no entendía el trecho que separaba los dos barrios, el nuevo y el
viejo: en medio de los dos se extendían algunas largas y estrechas
calles que no tenían aspecto de viejas y olvidadas, pero tampoco
tenían pinta de ser jóvenes. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Desgraciadamente,
hubo algo que no le gustó al entrar en el viejo: una sensación. Una
sensación de bienestar, pero seguida de otra de repulso, como si
algo dentro de ella quisiera apartarla de aquel hermoso lugar donde
solo reinaba la paz. No lo entendió, pero intentó creer que era por
culpa de su falta de información sobre todo aquel asunto, y se
tranquilizó un poco.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Finalmente,
tras cruzar algunas calles, encontró por fin la casa que buscaba.
Era una casa antigüa, quizá la más antigüa de todo el barrio.
Podría datarse de entre los siglos XVII y XVIII, pero no pudo
asegurarlo porque el letrero estaba casi borrado y solamente podían
leerse algunas letras como la X o la X seguida de una V. El caso fue
que, cuando subió la escalinata ( eran cinco escalones de color
blanco y circulares, como un abanico ), permaneció unos instantes
mirando la puerta, antes de decidirse a llamar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Poseía
una fachada de lo más hermosa, la cual era de un color grisáceo con
ciertos toques anaranjados, que dejaban al descubierto unos cuantos
ladrillos. También era alta, a primera vista dejaba ver que tenía
dos plantas, aunque en lo alto asomaba lo que parecía una terraza.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Tenía
tres balcones, el central algo más alargado que los dos laterales, y
antes de llegar a la entrada, había unas puertas de hierro con un
pequeño camino que conducía a la puerta principal, rodeando antes
una fuente de la cual no caía la más mínima gota de agua.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
se enamoró nada más verla.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Llamó
a la puerta y abrió una mujer mayor, rondaría los cincuenta y
tantos, y preguntó qué deseaba.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Estoy buscando a la señora Silvia, ¿ es esta su casa ? - respondió
Morgana -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Y
antes de que la anciana pudiese responder, unos pasos se oyeron a su
espalda y una voz fémina y jóven que se dirigieron a la puerta.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Matilde, ¿ quién es ? - preguntó la voz -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Una muchacha que pregunta por usted, señora.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Cómo… ? ¿ Una muchacha ? No será… ¡ Morgana !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
ver a su sobrina se le iluminó la cara y en ella se dibujó una gran
sonrisa de oreja a oreja, y salió inmediantamente para abrazarla.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Cómo has crecido, parece mentira ! ¿ Cómo estás ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bien, gracias.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Cómo están tus padres, bien también ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Tardó
unos momentos en responder.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Van haciando, ya sabes…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ah, ya… - la sonrisa se borró de su rostro y bajó unos
centrímetros la mirada, como si supiese algo que Morgana ignoraba -.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Cómo estás tú, tía ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ahora que has llegado, mucho mejor. Pero anda, pasa, ya me contarás
más adelante.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Entraron.
Si Morgana se había enamorao del exterior de la casa, el interior la
había embrujado: el largo pasillo era oscuro con cuatro puertas, dos
a cada lado; éste se bifurcaba en dos: por un lado seguía su curso
y por el otro se acababa en una sala grande donde había dos
estanterías llenas de libros, dos sofás, una mesa con sus
respectivas cuatro sillas, otra mesa de mayor alzada con una
televisión en lo alto, y el suelo de tercipelo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Siguieron
el pasillo que ahora se erguía en unas anchas escaleras, de las
cuales brotaba una alfombra de color rojo apagado, que iba subiendo
conforme lo hacían las escaleras. Éstas terminaban la primara
planta, la cual Silvia describió a su sobrina.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Ves el primer pasillo ? Conduce a las habitaciones de los
empleados y a dos habitaciones para invitados. El segundo pasillo
lleva a una jardín con una pequeña fuente en medio.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
escuchaba, pero también estaba prestando especial atención a una
puerta vieja, la más vieja quizás de todas las que había visto
hasta ahora en toda la casa.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Qué hay detrás de esa puerta, tía ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Oh, esa puerta… em… nada. Nada de interés turístico, la verdad.
- y rió por lo bajo como si esperase que su sobrina lo hiciese
también - Bueno sigamos…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Continuaron
subiendo y llegaron a la segunda planta, aunque las escaleras no
acababan ahí. Tenía ésta un solo pasillo, que se alejaba y después
daba la vuelta y regresaba al punto de partida. Caminaron por él y
se detuvieron en la primera puerta.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Esta la tenía reservada para ti - informó Silvia - la he mantenido
limpia y ordenada para cuando llegase este momento.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">La
chica se sorprendió al escuchar eso, no entendía que quería decir
con aquello.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ A qué te refieres con “para este momento” ? - preguntó
intrigada -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues… para… para cuando decidieses venir a visitarme, claro está…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Lo
que sí estaba claro era que la tía Silvia o estaba algo loca, o
sabía algo que no debía saber</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
pero que a menudo se le escapaba. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Abrieron
la puerta. Era una habitación enorme, con una ventana y uno de los
balcones. Junto a la ventana estaba situada la cama, que parecía de
ensueño: como la de una princesa, un colchón a media altura que,
sostenido por cuatro baldas, mostraban en lo alto un baldaquino hecho
de madera, del cual caían unas bambalinas de color negro con los
bordes blancos, y bajo ellas, unas finas cortinas que llegaban al
suelo también del mismo color. Morgana no podía apartar la vista de
aquel maravilloso mueble, pero se volvió a ver el resto de la
habitación: junto al balcón se alzaba una gran vitrina con estantes
vacíos que pedían a gritos que los libros los ocupasen, al lado de
ésta un armario de madera brillante cuyo interior no era nada
pequeño, y finalmente, lo que parecía un escritorio con su
correspondiente silla corredera.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
creyó estar en el paraíso.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Es… - intentó decir sin poder pronunciar palabra - …es preciosa
tía, no he visto nada igual en mi vida… Gracias.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No hay de que, cielo. Sabía que te gustaría.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias, de verdad.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ahora acomódarte, llamaré a Matilde para que te ayude.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De acuerdo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
la anciana Matilde llegó, encontró que Morgana ya había llenado
medio armario.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Estuvieron
poco rato, ya que la habitación permanecía limpia y ordenada como
ya había dicho tía Silvia, así que solo colocaron la ropa que
quedaba y adornaron un poco la estancia con objetos de Morgana.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Niña Morgana, creo que ya es sufuciente.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, yo también. Gracias.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">La
anciana le dedicó una leve reverencia y se marchó. Cuando lo hizo,
Morgana sacó de la maleta el dibujo de Edgar, y lo colocó debajo de
la almohada. Se quedó sentada en la cama un rato y después se
tumbó. Intentaba no pensar en él, pero le resultava imposible.
Apenas no lo habíha visto desde el día anterior, y ya sentía que
algo le oprimía el pecho lo bastante como para hacerle daño, pero
no lo suficiente como para matarla. Se le perdió la mirada y empezó
a llorar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
“¿ Por… qué… ?”. - suspiraba - ¿ Por… qué…?</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Pasada
una hora, Silvia, al ver que su sobrina no volvía, decidió subir a
inspeccionar. Cuando entró en la habitación, la encontró en la
cama dormida en posición fetal, protegiendo algo entre sus brazos
apretados contra el pecho. Sin hacer ruido, se aproximó y se sentó
en el borde. Comenzó a observarla, y se dio cuenta de lo que
estrechaba. Al hacerlo, se percató que los óvulos inferiores de sus
ojos estaban negros, lo que solo podía significar una cosa…. Con
cuidado lo extrajo y lo miró. Lo comprendió al momento. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tranquila cielo, tranquila… - susurró mientras le acariciaba la
cabeza suavemente con sus frías manos - …verás como todo sale
bien.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
levantó y salió de la habitación sin hacer ruido.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
volvió a tener aquel sueño… pero esa vez la imagen no le llegaba
desde sus ojos, sino que se veía a ella misma como si fuese otra
persona quien la mirara. Era como si estuviera en el cuerpo de otra
pesona que la estuviese mirando a ella.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Se
vio entrar a la casa desde una ventana pequeña con barrotes en los
que pudo distinguir que estaban retorcidos como escaleras de caracol.
Se volvió y empezó a caminar hacia la puerta de la habitación, que
estaba vacía, únicamente habitada por ella y una vieja silla con la
anea rota y descolocada. Avanzó hasta llegar a ella e intentó
abrirla, pero al parecer estaba cerrada con llave. Miró a un lado y
a otro en busca de otra salida, pero en vano. De repente, como si de
una alucinación se tratase, la imagen comenzó a retorcerse, las
paredes se iban estrechando y todo daba vueltas cada vez más
deprisa. Súbitamente cayó al suelo y justo antes de golpearse la
cabeza, se despertó. Estaba cansada y le costaba respirar y al
llevarse una mano a la cabeza descubrió que tenía la cara empapada
en sudor. Intentó tranquilizarse y se fue al baño a echarse un poco
de agua. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
levantar la cabeza vio en el espejo reflejada, una delgada figura que
no se movía. Asustada se dio la vuelta rápidamente, pero allí no
había nadie. Estaba completamente sola, con las únicas compañías
del sonido del agua cayendo del grifo y el batir de alas de algunos
pájaros fuera. Trató de explicarse que sucedía y llegó a la
conclusión de que todo era producto de su imaginación, alterada aún
por el extraño sueño.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">En
aquel momento llamaron a la puerta y Morgana abrió. En el pasillo
depié se encontraba el cuerpo de un hombre de unos cuarenta o
cuarenta y tantos años que inclinó la cabeza en cuanto abrió. El
hombre, mostrando todos sus respetos, se presentó:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Señorita Morgana, soy Paul, el mayordomo de esta casa. La señora
Silvia me manda decirle que baje a la sala de estar, alegando que
desea hablar con usted.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Me agrada conocerle señor Paul. Dígale a mi tía que bajo
enseguida.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Como guste la señorita.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
el señor Paul se alejó unos pasos:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Señor Paul - éste se giró para atenderla -, por favor, no me llame
“señorita”, se me hace muy cursi…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gusta más que la llame “niña Morgana” ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
se lo pensó unos segundos, pero al final respondió afirmativamente
con la cabeza.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, eso está mejor. Gracias.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">El
señor Paul siguió su camino y no pudo evitar que se le escapase un
sonrisa de los labios, ya que era la primera vez que alguien lo
llamaba “señor Paul” y que lo hacía con educación, y también
era la primera vez que le decían “gracias” por haber contentado
a otra persona. Mientras bajaba las escaleras, soltó una corta y
traviesa carcajada.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
encontró a Silvia sentada en uno de los sofás de la sala. Tenía
una sonrisa dibujada, pero no sabía muy bien por qué, tenía la
pinta de ser forzada. Llamó a la puerta y Silvia le hizo un gesto
para que pasara dentro. Cuando lo hizo, sintió algo extraño: notó
como una brisa cálida la rodeaba, pareciendo una mano de alguien
querido que le estaba dando la bienvenida. Avanzó unos pasos, se
sentó en frente de ella, y la miró fijamente a los ojos. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Buenos días - bromeó tia Silvia -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Buenos días - respondió Morgana - El señor Paul me ha dicho que
querías hablar conmigo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Así es, quería disculparme.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Por qué ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Por no ir a recogerte a la estación, de verdad, lo siento, no he
podido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No pasa nada, un descuido lo tiene cualquiera.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Supongo que si… - Esto último lo dijo bajando la cabeza, en señal
de que iba a continuar hablando, aunque su expresión y tono de voz
pasaron a más serios - Morgana… también quería hablar contigo
acerca de algo. Posiblemente las normas de esta casa no sean a las
que estás acostumbrada en la tuya.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eso me lo había imaginado, sé que voy a tener que amoldarme.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Está bien que pienses así, pero… puede que algunos aspectos del
día a día aquí te parezcan extraños, tal vez creas que son
sobrenaturales.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Sobrenaturales - repitió estupefacta - </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Sé que no suena cuerdo, pero es la verdad. Muchas cosas que para ti
son lo más normal del mundo, no lo son aquí, incluso puede que
algunas de ellas nisiquiera se conozcan.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No entiendo - aclaró moviendo la cabeza, confusa -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Esa es una de las principales y más básicas normas de este lugar:
no prestes atención a lo que a primera vista te impresione.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Puedo saber por lo menos a qué se debe tanto misterio ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Silvia
separó los labios para decir algo, pero quedaron abiertos sin que de
ellos proviniese el menor sonido. Al fin se cerraron con una lentitud
moderada y unos minitus más tarde volvieron a despegarse para esta
vez sí decir algo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Verás… no es fácil para nadie vivir así, ¿ sabes ? Siempre en
tensión, con los nervios a flor de piel, sin poder tener seres
queridos cerca porque sabes que en cualquier momento puedes hacerles
daño…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tía, ahora ya no se ni de qué me estás hablando - la muchacha
parecía alo enfadada -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Te estoy hablando de aquello a lo que tú deberías tener… - no
concluyó la frase. Era algo que percibió en la cara de su sobrina
nada más comenzarla. No sabía a qué se estaba refiriendo - ¿ qué
no sabes de qué te estoy hablando ? - su voz ahora se volvió casi
un susurro, incapaz de ser reconocido -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo siento, pero no, no lo sé.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Titubeó
unos instantes. Acto seguido se levantó y se dirigió al armario, y
de él extrajo un cajón que parecía lleno de papeles. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Acércate un momento - pidió a su sobrina -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
lo hizo y se colocó al lado del cajón. Efectivamente: estaba lleno
de papeles, pero también había fotografías. Silvia pasó la mano
dando vueltas por encima de todos aquellos papeles, como si buscara
uno en concreto. Finalmente la detuvo encima de un sobre blanco, en
cuya parte delantera podía leerse la palabra “Bathblood”. Silvia
abrió el sobre y de él extrajo tres fotografías que, a pesar de su
supuesta antigüedad, se conservavan en perfecto estado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Hizo
una seña a Morgana para que se sentara a su lado en el sofá de
nuevo, y antes de cedérselas para que las examinara ella misma, le
fue explicando algo de cada una.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya que no sabes de qué trata todo esto, cielo, trataré de irte
aclarando lo que no sepas. Y si tienes alguna duda, no dudes en
preguntarme.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De acuerdo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Ves esta ? - preguntó mostrándole la primera de las fotografías
- Aquí se ve la casa desde una perspectiva algo más alta de la que
podría ver una persona. Eso es porque la tomaron desde un árbol. -
Morgana no recordaba haber visto ningún árbol, por lo menos no uno
que estuviese tan cerca - </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Quién es la niña de la foto ? - preguntó. En la puerta de la
casa, había una niña pequeña vestida con lo que parecían un
vestido y una chaqueta. No sabía de que color, puesto que la foto
era en blanco y negro -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Esa soy yo, cuando tenía cinco años. ¿ No te parece ridículo ese
lazo de la cabeza ? - Morgana advirtió que efectivamente, su tía
tenía rodeada en el cabello una especie de cinta con un lazo enorme
en lo alto de la cabeza. Y no pudo contenerse…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Me parece horroroso.. - dijo con voz ronca y cortante -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Menos mal ! A mi también.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Aunque… mirándolo mejor, estás muy mona - ambas riéron a la vez
-</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
se sorprendió, pero no dijo nada. Acababa de darse cuenta de algo:
era la primera vez que se reía desde hacía mucho tiempo. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Po… podemos pasar a la siguiente foto ? Me ha picado la
curiosidad…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Claro, mira. Aquí salimos tu madre y yo en nuestro cumpleaños -
olvidé mencionar que tanto Silvia como Érika, aunque no eran
gemelas, nacieron el mismo día - </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Todos esos paquetes eran regalos ? - preguntó asombrada,
apuntando la foto con el dedo -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Algunos. Otros eran solo adornos para la foto y la fiesta.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y cómo sabíais cuéles eran los que podíais abrir ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No lo sabíamos. Muchas veces, tu madre o yo cogíamos uno y lo
abríamos, y a menudo nos llevávamos la sorpresa, nunca mejor dicho.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y por qué hacían eso los abuelos ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Silvia
permaneció pensativa unos momentos, después contestó.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
La verdad, nunca lo pregunté.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
sorprendieron riendo de nuevo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pasemos a la última foto, es mi favorita - advirtió Silvia - </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Pero si soys las dos ! Pero… ¿ estáis en un evento especial ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Em, si. Era la boda de un primo nuestro y bueno… - aparecían las
dos hermanas vestidas con una faldita lisa con los bordes en flores y
una camisa con cuello de pico y botones en forma de estrella -
creeme: prefiero ésta a la de la fiesta.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si: creo que yo también. - Y rieron por tercera vez -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
terminaron de verlas volvieron a guardarlas en el sobre, pero esta
vez Morgana tuvo que preguntar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tía Silvia, perdona la curiosidad, pero… ¿ qué es esa palabra
del sobre ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Silvia
enmudeció de repente. Se quedó sin saber qué decir, no supo
responder.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana… - respondió con voz pausada - ya te he dicho antes que
algunas de las normas que deberás acatar aquí serán diferentes.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, lo recuerdo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues bien. Entre esas nuevas normas se encuentra la siguiente: no
preguntar, investigar o curiosear sobre nada de lo que no te hayas
enterado por mi misma. ¿ Entendido ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
palideció aún más tras escuchar a su tía. ¿ Qué le ocurría ? ¿
Estaban riéndose, conociéndose un poco más la una a la otra y de
repente, le hablaba así ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Yo… lo siento tía, no pretendía… no pretendía ser indiscreta,
ni molestar, yo solo… lo siento…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si yo lo considero oportuno te enterarás de algunas cosas, sino, no.
¿ Queda claro ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, claro… - la pobre muchacha se había quedado parada de tal modo
que incluso se le olvidó que estaba allí sentada. En cuanto volvió
en si se levantó y empezó a andar y dudó si girarse para decirle
algo a Silvia, pero prosigió su camino -</span></span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-5592453368619487702012-11-07T10:06:00.003+01:002012-11-07T10:07:20.471+01:00La Promesa del Vampiro, 5.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
<span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: large;"><span lang="en-US"><b>CAPÍTULO
5.</b></span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Aquella
noche Morgana volvió a tener el extraño sueño: se encontraba a las
puertas de un viejo edificio, junto a un muchacho de rostro
desconocido y el viejo libro entre sus manos. Pero esta vez pudo
distinguir perfectamente el débil sonido de una voz femenina que la
llamaba. Le estaba pidiendo ayuda. ¿ Le pedían ayuda en un sueño ?
¿ Qué significaba todo aquello ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuanto
más parecía que soñaba, menos entendía la situación.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Antes
de entrar en el edificio, se giró y el muchacho todavía seguía
allí, pareciéndole a ella que la estaba esperando. Pero no se
movía, ni decía nada. Únicamense se limitaba a observar. Mientras,
la voz seguía vigente, y a medida que avanzaba, se iba haciendo más
fuerte. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Caminó
hasta llegar a un oscuro pasillo en el que pudo percivir la presencia
de la llama de una vela. Si dirigió hacia ella, y a medida que se
acercaba, ésta más se alejaba.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Al
final se detuvo delante de una gran puerta de madera con encajes
metálicos y un gran candado. Pero no había llave… Tomó el
candado en sus manos para observarlo y descubrió que la llave que
necesitaba tenía forma de flecha. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">No
pudo averiguar más, puesto que un ruido la despertó. Era el sonido
que causan los nudillos de la mano al llamar a una puerta.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, ¿ estás despierta ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Ahora sí ! ¿ Qué quieres ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Abre, hija. Tenemos que hablar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Otra vez ? ¿ Qué pasa ahora ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
acercó a la puerta y abrió. Ricardo tenía una expresión de
tristeza en el rostro, pero a la vez de satistfacción.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hay una buena noticia, hija.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Me das miedo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tranquila. Tu madre y yo hemos estado meditando y hemos decidido
acerte caso: nos vamos al hospital.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
se quedó de piedra. ¿ Por qué esa decisión de repente ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y cómo que habéis cambiado de opinión así, de pronto ? </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya te lo he dicho… estuvimos meditando.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Sólo eso ? ¿ Y esperas que me lo crea ? ¿ Seguro que no es otra
de vuestras salidas de excursión turística por sepa quién dónde
?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No. Esta vez es en serio. Pero solo hay un pequeño problema: no
puedes venir.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De todas formas no iba a ir…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo siento. ¿ Por qué ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Porque eres menor de edad, ya te conté que los tratamientos suelen
ser muy largos, y aparte tienes que estudiar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De acuerdo. Que os lo paséis bien.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero hay otra cosa… esta vez no podrás quedarte en casa. Te vas
con tu tía.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Qué ? ¿ Tu hermana ? ¡ Imposible !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ella te quiere mucho, cariño, te tratará tan bien que no querrás
volver.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-”
Eso no hace falta que lo jures, papá…” - pensó - No hay otro
remedio ¿ verdad ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Me temo que no, hija. Prepara las maletas. Te vas mañana por la
mañana.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">¿
Mañana por la mañana ? ¿ Tan pronto ? Pero… ¿ por qué ?… no
entiendo… ¿ Qué va a pasar con Edgar ? ¿ Que pasa con él ? ¿
Dónde está ?…”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">No
podía hacer nada. La única solución sería escaparse, pero… ¿ a
dónde iría ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Por
mucho que insista, no voy a conseguir nada, mejor lo dejo así y que
sea lo que el destino quiera…”</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pasó
casi todo el día haciendo las maletas, eran muchas las cosas que
debía llevarse, no podía olvidarse nada… nada. Tras abrir la
quinta, se quedó inmóbil mirando la pared, la pared que estaba
detrás del escritorio. Cogió su carpeta, a la que ella adoraba. La
cubrió con una funda para que no dañarla, y la metió en la maleta.
Le costó bastante soltarla.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Terminó
de empaquetar y se sentó en su mercedora, que estaba situada mirando
hacia la ventana, y se quedó mirando el paisaje todavía nevado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Antes
de nada, tengo que hacer algo…”</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Salió
a la calle en dirección a la biblioteca. Cuando llegó, Lucrecia
todavía estaba en el mostrador.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola Lucrecia.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola, Morgana. ¿ Cómo estás ? Ya hace tiempo que no vienes. - la
saludó dedicándole una cálida sonrisa -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo se, perdóname. He estado en mi casa, ya sabes… Esto… venía a
despedirme. - dijo Morgana agachando la cabeza -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ A despedirte ? ¿ Por qué ? - Lucrecia se quitó las gafas y
adoptó una expresión rota -. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Me voy. Me voy con mi tía por una quizás, larga temporada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
le contó la historia sobre la enfermedad de su madre.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No me lo puedo creer, ¿ De verdad estaba tan mal ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eso parece, y como según ellos, no puedo ir, me mandan fuera. Que
fastidio… Aquí por lo menos tendría esto…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo cierto es que si, pero míralo por el lado bueno: alhomejor allí
conoces gente nueva, gente que se parezca a ti, con la que tu te
sientas agusto y puedas conversar o hacer algo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si te digo la verdad me da igual, tengo una maleta y media solo llena
de libros. Aunque… no se, puede que tengas razón.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya verás como si. - diciendo esto Lucrecia derramó unas pocas
lágrimas -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Por qué lloras ? Ni que me fuera para siempre…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya lo se, pero… es que me caes bien, se que no tienes amigos y no
se porqué, porque eres una bellísima persona… Te echaré de
menos. Y la biblioteca también.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No sabía que yo era esto para ti ¿ por qué no me lo habías dicho
?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No se… suponía que si no tenías amigos era porque no los querías,
así que pensé que tal vez era mejor callarlo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
se sintió fatal. Había tenido una amiga ahí, delante de sus ojos y
no había sido capaz de verla.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias, Lucre, de verdad. Yo también os echaré de menos. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
también empezó a llorar y se abrazaron.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
se despidieron y se fue, lo primero que hizo fue intentar buscar a
Edgar, no podía irse sin hablar con él.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">No
lo dudó un instante: debía ir al cementerio, donde siempre se
habían visto. Llegó y se sentó en su banco de piedra. Pero aquella
vez Edgar no apareció.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
esperó bastante tiempo, pero no hubo ni rastro de él. Supuso que
quizá el hecho de ir allí y que de pronto apareciera, podía haber
sido simple casualidad. Pero no lo era…: Edgar si se encontraba en
el lugar, pero escondido tras unos arbustos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pasó
un rato observándola, pero no se atrevía a salir… Al final, tras
darle muchas vueltas, lo hizo, y se colocó delante de ella.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola - saludó -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola… - respondió Morgana, con evidente tristeza en el tono -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Es increíble, cada vez que venimos nos encontramos…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si… ¿ será casualidad ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Puede ser… - “o quizás no”, pensó - ¿ Qué te pasa ? ¿
Estás triste ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si. Tenía que hablar contigo sobre algo, algo importante.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ De qué se trata ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
tuvo que contarle a él también todo lo que había pasado (
ignorando, por supuesto, que ya lo sabía ).</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Madre mía… es sorprendente, ¿ y dices que no te lo contaron
porque sabían que los odiabas ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Así es. Al principio me quedé helada, pero luego ya comprendí que
era inevitable.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bueno, teniendo en cuenta todo lo que ha pasado y me has contado, si,
lo es.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero aún queda lo peor… quieren que me vaya.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
podía ver algunas cosas que estaban ocurriendo en ese mismo momento
en cualquier lugar, pero no todo, y esa confesión no había podido
conocerla, hasta que ella se la contó. De no ser por culpa de su
secreto, seguramente le habría dicho que se marchara con él, pero
desgraciadamente no podía…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Es… no puede ser, ¿ por qué esa decisión tan drástica ? ¿ No
hay otra forma ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Según mi padre, no. Y no puedo llevarle la contraria cuando se pone
así de testarudo, es capaz de imponerme unas reglas más severas
aún.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tu padre es un hombre de cuidado, después de todo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, nunca lo había visto tan decidio como hoy.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Se
sentó junto a ella y se cogieron la mano, quedándose mirando al
frente con la mirada perdida y sin decir una sola palabra que pudiera
asesinar el silencio. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Estaba
ella tan agobiada por su marcha que, inevitablemente, sus ojos
empezaron a dar a luz a unas lágrimas que nacían con apenas
fuerzas, se fortalecían en una corta cascada, y morían cayendo al
abismo. Pero sin llanto.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Él
no podía llorar. Así que se limitó a dejarla desahogarse en su
pena, pero haciéndola sabedora de que la estaba acompañando.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Entonces,
aunque le costó mucho trabajo convencerse de ello, Edgar creyó que
aquel momento, era el adecuado:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, tal vez no sea este el momento más propicio, pero yo
también tengo algo que contarte.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Habla, te escucho.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Antes de nada, quiero que sepas que eres muy importante para mi, y
que lo seguirás siendo pase lo que pase. Me ha resultado muy
complicado llegar a esta decisión, pero es lo mejor para los dos,
creeme… No podemos volver a vernos. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Silencio.
Silencio siguió habiendo. Silencio hubo porque ninguno de los dos
tuvo valor para decir nada. Solo Morgana tuvo fuerzas para
intentarlo:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ A qué te refieres ? ¿ Por qué ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No puedo decírtelo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya entiendo. ¿ Tú también vas a venirme con el “fué bonito
mientras duró” ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">A
Morgana se le echaron sus propias lágrimas a reír. ¿ Qué
significaba aquello ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo único que puedo decirte es que debo guardar un secreto, y contigo
no podría, porque tu… eres para mi, algo muy grande, y no
soportaría la idea de engañarte.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Confiaba en ti, ¿ sabes ? Tuve razón sin saberlo. Debí haberle
echo caso a mi intuición cuando me advirtió que me estaba
enamorando… no lo hice, y ahora voy a pagar por ello.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No quiero que pienses así, ya te he dicho que me ha costado mucho
trabajo llegar hasta esta decisión. Yo tampoco quiero separarme de
ti, pero prefiero ser yo quien lo haga, a esperar a que sea otro.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Qué quieres decir con “otro” ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No puedo explicártelo. Por favor, debes conformarte con saber que
nunca te dejaré, aunque acabemos uno de los dos en el fin del mundo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bonitas palabras, caballero. Pero creo que es la primera vez en mi
vida, que no entiendo nada. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Por favor, perdóname. Te parecerá egoísta, pero quiero pedirte una
última cosa: ten siempre presente que no lo hago por voluntad
propia, y recuerda, que nunca te olvidaré.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
se levantó y se colocó frente a ella. Morgana no podía levantar la
cabeza, no tenía fuerzas.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Perdóname otra vez. Adiós…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Habiendo
dicho tales palabras, se alejó caminando despacio, hasta que llegó
a una esquina y al tomarla, desapareció.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
quedó inmóvil bastante rato, hasta que se cansó de remover el
asunto y alzó porfin la cabeza, mirando esta vez hacia el cielo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Perdóname
tú a mi. - pensó - Lo siento, pero no puedo perdonar algo que no se
lo que es, ni por qué está causado. Adiós…”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
levantó llena de rabia e impotencia y empezó a caminar con rumbo al
que por desgracia, tenía que llamar su hogar.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Con
los ojos aún húmedos se dispuso a entrar en la casa. De repente, se
percató de algo bastante peculiar: esa fachada, esas ventanas, esa
antigua puerta… no era por el echo de haber estado viviendo allí
tantos años, pero la imagen externa de aquel habitáculo le
resultaba familiar…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Entró
y descubrió a sus padres sentados en el sofá, pero de una manera
algo extraña: cada uno estaba en un extremo, dejando el espacio de
en medio vacío. Comprendió en seguida lo que significaba, aunque no
le hubieran dicho nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
se sentó, pasó un rato hasta que hablaron. Morgana emepzó a
mirarlos alternativamente y a ejecutar pequeños suspiron que daban a
conocer el pésimo estado de ánimo que en aquellos momentos la
acompañaba.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, - empezó su padre - sabemos que esto te duele, o como
mínimo te incomoda, pero tambie´sabemos que es lo mejor para todos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Nadie
respondió, nadie dijo nada, nada se oyó, salvo el sonido del reloj
de cuco que estaba colocado en la pared, algo más elevado que la
estantería. Sonaba porque sus agujas marcaban las ocho de la noche.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Sabéis ya cuánto tiempo vais a estar fuera ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Estuvimos esta mañana echando cuentas - intervino por fin su madre -
y solo el primer tratamiento, el de antes de la operación, puede
llegar a durar como mínimo, dos años.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y qué pasa ? ¿ No es mejor así ? - preguntó, pero mirando solo
a su padre - Por lo menos estaréis seguros de que todo sale bien y
acaba definitivamente.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero es mucho tiempo, hija. Acuérdate que después habrá que
iniciar el tratamiento de recuperación.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Cuánto tiempo puede durar ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tal vez igual, o incluso más que el primero…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Meditó
unos momentos antes de responer. Sabía que aquello era la bandera de
tregua que le brindaba una oportunidad de escapar de aquel Infierno
en el que vivía, pero al mismo tiempo echaría de menos a Lucre. Y,
siendo consciente también de que no podría arrancárselo jamás del
corazón, a Edgar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No importa. No te preocupes por mi, estaré bien. Ahora… si me
disculpais, tengo que revisra el equipaje, no quiero olvidarme nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Está bien cariño, iré a verte más tarde.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Subió
de nuevo a su habitación y cerró la puerta con llave. Aunque le
hubiesen mostrado verdaderamente que lo que querían era lo mejor
para ella, ya no confiaba en nadie. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Era
una sensación de miedo mezclada con dolor y rencor, sobretodo el que
sentía hacia su madre. Había entendido siempre la situación y sus
reacciones a todo y a todos. Pero nunca la actitud que tomó hacia
ella.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Quizás vaya siendo hora de que nos hagamos a la idea… - susurró
para sus adentros -.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Mientras
tanto, abajo en el salón, todo seguía igual que los últimos diez
minutos: cada uno sentado en un extremo del sofá, mirándose de vez
en cuando, y preocupados.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Crees que deberíamos decírselo antes de su marcha ? - preguntó
Ricardo -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No, no, aún no. Es demasiado pronto, y ella muy jóven. No sabría
entenderlo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tampoco debemos esperar mucho. Recuerda que si se enteraran antes que
ella, su vida correría peligro… </span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, lo sé… Pero es que tengo la sensación de que todo está bien,
tranquilo. Nunca nos ha dado ningún disgusto y ha confiado siempre
en nosotros, hasta que tuvimos que hacerle creer aquello…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No puedes basarte solo en eso, Érika, no olvides que a pesar de su
verdad, también es humana… y tiene sentimientos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Supongo que el hecho de que me vea como una madre, no significa que
yo haya sabido adoptar ese cargo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Querida, lo has hecho muy bien, has hecho lo que has podido, y yo
también.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Sabes bien que no. Me he introducido tanto en el papel que me
otorgaron, que se me olvidó que solo era eso, un papel.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero ten en cuenta que es mejor así… ahora tal vez no lo
entendería, pero estoy seguro de que a la larga sabría apreciar
porqué lo hicimos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ojalá, Ricardo. Ojalá…</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">El
reloj de su muñeca marcaba casi las once de la noche. Había pasado
ese rato repasando todo el equipaje y asegurándose de que no se
olvidaba nada. Pero de repente se acordó de algo…: el collar, su
collar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Era
una joya hermosísima que había adquirido de una forma un tanto
extraña: hacía cosa de dos meses, una noche se fue a dormir. Soñó
que estaba a orillas de un gran lago que era el resultado de la
caída final de una enorme cascada que caía tres veces. De ella
caían unas aguas cristalinas extremadamente bellas. Estaba mirando
aquel divino paisaje cuando de repente notó unas suaves manos que le
rodeaban el cuello y le hacían entrega de un objeto. También una
voz le susurró al oído, diciéndole:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"> “<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">No
tengas miedo. Y sé fuerte, muy fuerte…”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
despertar, lo tenía colgando.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">No
sabía que era lo que había ocurrido, ya que supuestamente solo se
trataba de un sueño, pero no sintió nada negativo hacia él, y optó
por no contárselo a nadie.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“ <span style="font-size: small;"><span lang="en-US">¿
Para qué ? Si nadie creerá la historia…”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Lo
sacó de un cofre que estaba situado en el centro de la mesita de
noche. A amobs lados de éste y al filo de los bordes de ésta, había
dos velas blancas, posadas sobre unos candiles sencillos de plata,
con el soporte trenzado y el saliente en forma de flor. No se lo
ponía nunca, puesto que ya llevaba uno, su cruz egipcia, pero le
tenía cariño.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Sentada
en la cama lo estubo observano en silencio. A pesar de todo, no
lograba distinguir qué era o qué quería representar: era una
especie de rombo estirado con la parte inferior y las dos laterales
acabadas en punta, y la superior, por donde pasaba la cadena que iba
al cuello, más redondeada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cerró
la mano y la apretó con fuerza. Lo volvió a guardar en el cofre y
éste lo introdujo en la maleta.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Miró
de nuevo su reloj, eran casi las doce y media. El tren salía a las
ocho de la mañana, así que bajó sin hacer ruido y se preparó un
vaso de leche. Cuando se lo terminó subió de nuevo, y se acostó.
Tardó un rato en dormirse, pero al final lo hizo.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Ya
en el coche de camino a la estación, Ricardo le explicó de nuevo
una y mil veces el porqué de aquel viaje. También le recordó que
si necesitaba algo, no tenía nada más que pedrírselo a su tía.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
creía que aquello iba a ser algo temporal, sencillo. Pero en
realidad iba a cambiar, para bien o para mal, el resto de su vida
para siempre…</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
llegaron, el tren aún no se encontraba en la estación. Estubieron
un rato esperando, hasta que lo vieron llegar a lo lejos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Sigues enfadada, verdad ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No estoy enfadada. Simplemente, no entiendo nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hija, recuerda que te dije que ha sido todo muy repentino… Ni yo
mismo podía imaginar que esto llegaría a tal extremo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Y como no sabéis solucionarlo me enviáis fuera, para tener el
camino más despejado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Mientras
decía esto, el tren iba poco a poco frenando frente al andén lleno
de gente, con otras tantas personas más en su interior que se
disponían a apearse.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, lo siento, de veras. - suspiró bajando la cabeza -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues yo no.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Ricardo
se aproximó a su hija con el propósito de despedirse de ella
dándole un fuerte abrazo, pero Morgana lo rechazó girándole la
cabeza al ver venir su intención.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tengo que irme. Voy a perder el tren.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Ricardo
se quedó petrificado, ahí depié, como una estatua, dolido y al
mismo tiempo agradecido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"> “<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Menos
mal que no lo sientes, hija. Menos mal…”</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
por su parte, se había acomodado en un asiento al lado de la
ventana. Le gustaba ver el paisaje. En aquel momento, veía como poco
a poco se iba alejando de Velturn, el pueblo donde había vivido
desde hacía seis largos años, y del que ahora se marchaba por culpa
de un error adoptado por sus padres.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Velturn
fue menguando cada vez más, hasta que llegó un momento en el que
solo se veían los tejados de las casas más altas, y del que más
tarde, no quedó rastro visible.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">De
repente, del vagón de al lado, entró una muchacha con una gran
maleta y una bolsa de mano. Entonces vio que el asiento compañero de
Morgana estaba libre.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Perdona… - preguntó - ¿ te importa si me siento a tu lado ? Si te
molesta no claro, pero es que el tren está lleno.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Claro, siéntate. No me importa. - respondió ella con la voz apagada
y pausada que tenía. -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias. Esto de viajar en fiestas es un suplicio.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
sonrió, pero sin apartar la vista de la ventana.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Por cierto, me llamo Águeda. ¿ Y tú ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana. Me encanta tu nombre.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias… no suelen decírmelo a menudo. A mi también el tuyo, es
precioso.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias tu también. No me lo dicen mucho tampoco. “De echo, esta
es la segunda vez…”</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Por cierto, ¿ puedo preguntarte a dónde te dirijes ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Claro. Voy a pasar una temporada con mi tía, en Ivendor.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Estarás de broma !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Por qué iba a estarlo ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Porque yo también me dirijo hacia allí.</span></span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-74281409547796237982012-10-15T01:00:00.003+02:002012-10-15T01:00:46.426+02:00La Promesa del Vampiro, 4.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: center;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;"><span lang="en-US"><b>CAPÍTULO
4.</b></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">A
menudo las personas, como seres humanos que son, cometen errores.
Unos pueden ser rectificados. Otros no. Pero todos suceden por una
razón.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Y,
misteriosamente, los que más te hacen daño, los que más se acercan
a ti, son los más sinceros que hay y son los que de verdad te
quieren avisar de algo. Que lástima que casi nunca podamos ver el
mensaje que nos traen…</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
se levantó antes del alba, ya que no había dormido. De hecho hacía
mucho que no lo hacía… y en cierta forma, era lo normal.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
bajó de la rama donde había descansado y cayó depié de una altura
de unos ocho metros, sin hacerse ningún daño. Incluso parecía que
que caía despacio…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">De
repente, en su mente vio a Morgana camino del cementerio, así que se
dirigió a él, pero no con la intención de volver a besarla…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Esto
no tendría que haber pasado… le estoy haciendo daño, si sigue
así, le haré daño, y si en un ataque de sed le hago daño, no me
lo perdonaría en la vida. O en lo que me quede de eternidad…”</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
llegó y se sentó en el banco de piedra, que era el único que le
transmitía una sensación de naturalidad al no estar hecho de metal
como los demás.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Retrocedió
dos días en su memoria, porque dos días atrás fue cuando le
conoció, cerca de esa misma hora, y en aquel mismo lugar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Es
extraño, ¿ por qué la primara vez que le vi, aunque solo fue un
instante, sentí que le conocía de toda la vida ? ¿ Y por qué
cuándo me besó, no sentí necesidad de rechazarlo, en ved de
responderle como lo hice? Tengo miedo. Miedo de que sea lo que se
denomina con esa palabra, miedo de que vuelva a ocurrirme, otra vez…”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Inmersa
dentro de sus pensamientos como de costumbre se encontraba cuando por
desgracia, apareció una persona a la que ella, por razones pasadas,
no tenía el más mínimo cariño ni confianza:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola - era Bruno -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Se puede saber qué haces tú aquí ? Haz el favor de largarte, ¿
quieres ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No pienso irme hasta que no hayamos hablado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tu y yo no tenemos nada de qué hablar. Adiós.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hey, hey , hey, no tan deprisa - Bruno empezó como siempre a adoptar
una posición dominante que ponía enfermo a cualquiera, y le agarró
los dos brazos con fuerza - he dicho que me vas a escuchar, y me vas
a escuchar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ No quiero ! ¡ Suéltame !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Morgana no quiero hacerte daño y lo sabes, pero tienes que
escucharme !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Escuchar el qué, eh ? ¿ Qué me utilizaste, que me hiziste pasar
la vegüenza más grande de mi vida ?… ¿ O simplemente quieres que
te diga otra vez lo que ahora siento por ti ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues no estaría mal…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya lo sabes: me das asco.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
oír esto, Bruno levantó una de las manos con el propósito de
hacerle ver a Morgana que con él no se jugaba.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡¿ Pero qué haces ?! ¡ No !…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pero
justo en aquél momento, alguien le agarró la mano, dejándola
suspendida en el aire, como un globo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Se puede saber qué haces ? - le preguntó por detrás -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Edgar ! - dijo ella alegrándose de verlo, aunque fuese en aquel
momento -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y este quién es ? ¿ Tu nuevo amor ? - se burló Bruno -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Suéltala - respondió Edgar, sin alterar la voz lo más mínimo -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y quién eres tú para obligarme ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Soy alguien que tú ya quisieras ser. Suéltala.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">En
ese último “suéltala” se le notó como se le ponían rojos los
ojos, y su voz sonó como si un demonio de voz más grave que la suya
propia se hubiera introducido en su cuerpo. A Bruno le dio miedo y la
soltó enseguida. A ella también le sorprendió, porque hasta ahora
no lo había visto así nunca.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Joder, tío, vale… tu ganas, tranquilo - mustió, con aspecto
aterrado -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vete, y no vuelvas a molestrala nunca más. ¿ Entendido ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, si… entendido… ya… ya me voy…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Largo ! ¡ Ya !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
alejó a toda prisa pegando zancadas que parecían de gacela,
balbuceando en una voz extorsionada que volvería, y que no sabían
con quien se habían metido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Estás bien ? - preguntó abrazándola -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, gracias otra vez, de menuda me he librado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Quién era ese ? Tenía pinta de ser el chulo de turno.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo es.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Por qué te ha tratado así ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hace un tiempo, cuando me mudé, no conocía a nadie. No tenía
amigos, pero él se me acercó un día y me pidió que entrara en su
grupo. Al principio dudé, porque de no tener a nadie, a estar en un
grupo, y además con la confianza con la que me lo había pedido, no
me dio buena espina. Pero soy muy inocente, y buena, así que me
despejé las dudas y acepté. A lo primero todo iba bien: había buen
ambiente y no tenían pinta de ser malas personas. Bruno era el
cabezilla, y tenía que estar siempre con él. Yo empecé a
agobiarme, porque no quería ser la marioneta de nadie. Luego me
enteré de que uno de los chicos, Ángel, se había fijado en mí.
Hablé con él y me lo confirmó. Yo le dije que tenía pensado dejar
el grupo, porque cada vez se me hacia más pesado, pero que con esa
confirmación no me quedaba más remedio: si Bruno se enteraba, nos
mataba a los dos, ya nos lo había advertido justo el día en el que
entré yo. Para mi sorpresa, fue Ángel quien me pidió que
abandonase el grupo, porque tenía miedo de que Bruno se enterara y
me hiciera daño. Le pregunté que que pasaba con él mismo y me
respondió que no le importaba, que solo quería que yo estuviera
bien.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y qué pasó entonces ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Unos dias más tarde, dejé el grupo. Y a Bruno no le hizo ninguna
gracia.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Así que desde ese día te hace la vida imposible.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Exactamente. Ya lo he mandado al infierno muchas veces, pero él
vuelve diciéndome que le perdone, que cambiará… que vuelva, que
me quiere…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vas ha tener que hacer algo. Por esta vez he podido salvarte, pero, ¿
que ocurriría si un día yo no estoy allí, o no llego a tiempo ?
Acuérdate que ha estado a punto de pegarte.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, lo se. Pero es que ya no se que hacer…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No te preocupes. Mientras estés conmigo no te ocurrirá nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo se también.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Parecía
que sus ojos cada vez que coincidían se fusionaban, creando
alrededor de los dos una extraña pero acojedora atmósfera, repleta
de mensajes cifrados que solo el contrario sería capaz de descifrar.
</span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pero
pareciera que Edgar no lo tuviera del todo asumido: estaba dispuesto
a hacerlo, aunque le costase su miserable vida en eterno dolor…
pero debía hacerlo, por el bien de los dos, por el bien de Morgana…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Te apetece ir a dar una vuelta ? - entró ella de repente -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De acuerdo, pero no muy larga, me están esperando en casa para hacer
unas reformas y bueno…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Está bien, tranquilo. Si quieres podemos quedarnos y andar por aquí,
el cementeio es grande.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Buena idea, vamos.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Que
ingenua es la vida aveces, ¿ verdad ? Aveces no… casi siempre. ¿
Por qué dos personas son tan parecidas pero tan diferentes al mismo
tiempo ? ¿ Por qué el portal que separa los dos mundos simpre está
cerrado, y solo se abre para albergar almas en pena ? Y la pregunta
que tantas personas se harán : ¿ Por qué muchas veces, para
conseguir algo, primero debes perderlo ? Eso no tiene sentido… lo
tendrás de todas formas. Eso solo traerá como consecuencia que
cuando la tengas, la protegas demasiado…</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
no estaba nervioso. Pero tampoco estaba tranquilo. Sabía que de un
momento a otro debería decírselo, pero no se atrevía…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Los
vampiros son seres solitarios. Son criaturas de la noche que vagan en
soledad con las únicas compañías de la oscuridad y del silencio.
No están vivos, pero… ¿ acaso quiere decir eso que no pueden
entablar amistad con alguien que sí lo esté ? El pobre muchacho
tenía la cabeza llena de confusiones, de miedos y dudas. ¿ Por qué
simplemente no había clavado sus colmillos en su blanco cuello, la
primera vez que la vió ? ¿ Acaso se estaba sintiendo atraido hacia
ella ? Si era eso, podría explicarse lo del beso, pero no que lo
dejara tan marcado…</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Por qué te has levantado tan temprano ? - le preguntó él -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tenía planeado venir a pensar tranquila. Este es mi hogar. Aquí me
siento bien, noto como este lugar me abraza cariñosa y suavemente
cada vez que entro en él.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vaya… no sabía que le tenías tanto aprecio - quiso mostrarse
sereno, a pesar de su nerviosismo -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bueno… oye, tal vez mi forma de hablar te parezca algo rara… pero
quiero que sepas que he sido así siempre. No puedo evitarlo. La
verdad es que no se hablar de otra manera.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No te preocupes. Yo también suelo hacerlo, pero cuando hay alguien
cerca… - Esto último lo susurró en voz muy baja. Sabía que cada
palabra que decía los únía más y más, pero no podía evitar
hablarle a aquel maravilloso ser que ella era… -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Oye, Morgana… hay algo que debes saber.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Claro, dime.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Es… es que… es algo muy serio… no creo que lo vayas a asimilar
bien…es…es que yo… ¡ yo soy un… !…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Por
suerte o por desgracia, no pudo terminar la confesión. Una presencia
se le introduzo en su cuerpo, y oyó una voz que le hablaba dentro
de su cabeza:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar,
no lo hagas. ¡ Edgar ni se te ocurra ! Ya sabes que ocurrirá si se
entera de la verdad… No volverás a verla nunca más. Nunca.”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Aquella
voz había puesto mucho énfasis en ese “nunca”. Tal vez tuviera
razón, y era mejor así…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Vuelve
ahora mismo. Tenemos que hablar seriamente. El congreso te espera
donde siempre.”</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Te ocurre algo ? Te has quedado mudo. ¿ Qué eres ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Esto… yo… yo soy un chico noraml y corriente… que se despista y
no se suele acordar de que prometió ayudar a su madre a limpiar el
trastero… tengo que irme princesa, lo siento.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Eh, oye ! ¡ Espera !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Qué pasa ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ No me das un beso ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Una
pregunta así, le destroza el corazón a cualquiera, y de todos modos
era algo que deseaba hacer. Así que hizo lo mismo que en el primero.
Aunque esta vez, entregándose todavía más, porque sabía que,
probablemente, esa fuera la última vez que se vieran…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Adiós,
princesa…” - pensó -</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Serias
eran las caras de todos cuantos estaban allí reunidos. Sabían que
algo no iba bien, pero no quisieron desvelarlo hasta que llegó el
último participante. Era Edgar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Siento haber llegado tarde. He venido en cuanto he podido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tranquilo, hijo, siéntate - ofreció el mayor -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">El
mayor Reving era, como su nombre indica, el mayor de todos los que
formaban el congreso. Era de carácter fuerte y estricto, pero
también era bueno, compasivo y comprensivo. Solía llevar barba y
pelo blancos y largos, pero éste último no se le veía por la
capucha de su vestidura. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
A partir de este momento queda abierto el debate - anunció Tinzer,
el hijo del mayor Renvig - </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Tinzer
y Edgar no eran especialmente amigos, pero no se llevaban del todo
mal.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">El
único amigo que de verdad había conocido, era el que se sentaba
justo en frente de él. Era su amigo Almis. El mismo que lo había
avisado cuando se encontraba en el cementerio junto a Morgana.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">La
discusión fue larga y difícil para algunos. Era evidente que no
todos estaban de acuerdo con la sustitución del mayor Renvig, pero
otros lo veían como el comienzo de una nueva era para el congreso y
su prosperidad. Evidentemente, el principal candidato al puesto de
líder, es el primojéntio del antiguo, es decir, en este caso,
Tinzer.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Tinzer
era emprendedor, pero la mayoría creía que era demasiado jóven,
pero la situación era crítica, y debían darse prisa en escoger.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Tú que crees que harán, Edgar ? - preguntó Almis -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No lo se, pero me dolería mucho la marcha del mayor. Él ha sido
como un padre para mi, y si no fuera por él, seguramente no hubiera
sabido seguir adelante, y hubiera perdido la fe en todo lo que
existe…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Te entiendo… no se como, pero Tinzer tiene ahora a todo el congreso
de su parte y, evidentemente, eso repercute en cualquier paso que se
de.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, lo se. Yo tampoco se como, pero si se el porqué. Ahora Tinzer
tendrá el mando, podrá hacer lo que quiera, como quiera… sabiendo
que nadie tendrá derecho a cuestionarlo. Por culpa de eso tengo una
espina clavada en el pecho…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Permanecieron
en silencio un rato, hasta que Edgar lo rompió:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Almis… no era para avisarme de la reunión el que me hayas llamado
antes, ¿ verdad ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No. Tu sabes el por qué, Edgar. Estás violando las leyes, yo te he
estado cubriendo como y cuanto tiempo he podido, pero si algún día
se enteran…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias. Pero ya no hace falta. - lo cortó en seco - Nunca se
enterarán…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Diciendo
esto inició un gran salto que finalizó en la alta copa de un árbol.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Debes olvidar, Edgar. Si no, pasarás el resto de la eternidad
sufriendo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si alguien me busca, estaré donde siempre. O si prefieres llamarlo
de otra forma…: estaré donde recuerdo que empezó todo…</span></span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-71844629042157754682012-10-01T20:37:00.002+02:002012-10-01T20:38:29.837+02:00La Promesa del Vampiro, 3.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;"><b>CAPÍTULO
3.</b></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Nada
más entrar se dio cuenta de que no había nadie, así que se fue a
su habitación y cerró la puerta con pestillo. Apartó el escritorio
y cogió la carpeta que, prácticamente, contenía su vida. La abrió
y sacó el dibujo de Edgar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">¿
Se puede saber que me has hecho ? Desde ayer no paraba de pensar en
ti, pero desde esta tarde no puedo dar un paso sin hacerlo… ¿ qué
me pasa ? Esto es algo más que una simple atracción, y tengo miedo
de que sea lo que me imagino…” </span></span>
</span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Pensar
e introducirse en sus pensamientos era algo que adoraba, tanto que se
pasaba prácticamente todo el día haciéndolo, y más cuando se
evadía de todo y se iba a su mundo, que eran su habitación y todo
lo que ésta contenía y en ella se encontraba.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Se
tumbaba en la cama escuchando música y su mente volaba hacia otro
lugar, quedándose muchas veces así horas y horas. O aveces también
escribía cosas, cosas a las que ni ella misma podía creer que había
dado vida.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Morgana
siempre se había sentido diferente, y de echo lo era. Pero no se
sentía así por creerse más que el resto de la gente, sino porque
nunca había entendido aquella forma de pensar, de actuar, de ver las
cosas, de sentir las cosas. Para ella el verdadero y único sentido
que tenía la vida era ese, ser diferente y demostrarle al mundo que
no hay que obrar sin conciencia de los actos y evitando a toda costa
sus consecuencias, sino ser uno mismo y no dejar que nada ni nadie
influya en el proceso de tu vida. Pero la cruda realidad era esa:
millones de personas cada día siguiendo una misma rutina,
levantándose para trabajar y poder vivir, siguiendo unas pautas que
nadie quiere, puesto que no son de nadie pero son de todos al mismo
tiempo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">¿
Por qué las personas son tan vulnerables y tan agrasivas al mismo
tiempo ? Son algunas de las preguntas que siempre tenía en la
cabeza, y no le disgustaba, todo lo contrario: amaba poder debatir
cuestiones y encontrar la lógica de todo aquello que desconocemos.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Cuando
acabó de cuestionar, volvió a pensar en Edgar. No sabía que le
ocurría: una parte de ella se moría por verle de nuevo, mientras
que la otra engendraba unas dudas y unos miedos preventivos bastante
grandes, y eso era algo que no entendía.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">¿
Qué me pasa ? - pensaba - ¿ Por qué este sentimiento crece más
cuanto más intento ignorarlo ? ¿ Por qué me tiene que pasar esto a
mí ? No lo se, pero debo luchar por lo que quiero, no voy a volver a
equivocarme. Juré que no lo haría otra vez, y no voy a volver ha
hacerlo…”</span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Bajó
a cenar y sus padres aún no habían vuelto. La verdad, no le
importó: más de una vez se habían largado así, y no habían
vuelto hasta días después. Mientras duraba la fiesta, eran sus
vecinos quienes se encargaban de, digamos, “cuidarla” cuando
ellos no estaban. Ya habían hablado con Érika y Ricardo al
respecto, pero por lo que se veía, les daba igual. Morgana pensaba
aveces que también su padre había dejado de quererla. Lo único que
agradecía, era no escuchar sus discusiones entre ellos y los regaños
que le caían luego a ella. En cierta forma, prefería vivir sola. </span></span>
</span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Llegaron
bien entrada la madrugada, pero era una criatura de la noche: cuando
lo hicieron todavía estaba despierta. Bajó sin hacer ruido al
escuchar gritos fuertes y descubrió que estaban ebrios. Se dio
cuenta tanto por el olor a alcohol que desprendían como por su forma
de actuar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Mejor los dejo tranquilos…- susurró - Pero ya hablaremos de esto
más tarde, ya hablaremos…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">La
pobre no tuvo tiempo ni de subir el tercer escalón cuando una voz la
llamó.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Hija ven, tenemos que hablar - era su madre -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Ni quiero ni puedo. Ahora si me disculpáis mañana tengo que
levantarme temprano -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Subió
de nuevo y se acostó. Y lo hizo, con cierto dibujo debajo de la
almohada.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">A
la mañana siguiente, Morgana se levantó temprano como había
anunciado la noche anterior. Lo hizo y lo dispuso todo para salir a
la calle. Ya iba ha hacerlo, cuando de repente, una voz con tono de
timidez y vergüenza la llamó por detrás:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Morgana, hija ¿ podemos hablar ? - era su padre -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Sobre qué ? ¿ Sobre lo bien que os lo pasasteis anoche o de lo
bien que me lo pasé yo estando sin vosotros ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Es en serio, hay algo importante…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Si tiene algo que ver con vosotros por favor, ahórrame el disgusto
de escucharlo, no quiero que me duela la cabeza ya por la mañana…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Tú estás más agusto sin nosotros, verdad ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Que astuto, ¿ has tenido que pensar mucho ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Por favor, siéntate y escúchame. Si después quieres dar tu opinión
no te la negaré, pero primero escucha.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Tras
unos momentos de duda Morgana creyó que era una tontería como casi
siempre, así que accedió con la idea de aguantar la charla y
marcharse en cuento terminara.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Está bien, ¿ de qué se trata ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Para mi no ha sido fácil asimilarlo, espero que a ti te resulte más
sencillo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Me vas a decir que ocurre de una vez ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Morgana… tu madre… se está… está enferma.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Y qué pasa ? Estará resfriada, últimamente lo está bastante…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
No hija, no. Está enferma, no resfriada. - Ricardo hizo una pausa y
empezó a llorar como un niño que ha perdido su juguete más
precidao -. Érika… ¡ Érika se muere, Morgana ! ¡ Érika se
muere ! ¡ Se está muriendo !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Tras
oir estas palabras, la muchacha entró en un estado no se sabe si de
tristeza o de alegría o de los dos al mismo tiempo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ De qué estás hablando ? Si está echa una rosa…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Es solo por fuera, - el pobre hombre no podía parar de llorar - pero
por dentro su cuerpo se está muriendo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">“<span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Vaya
- pensaba ella - la verdad es que me da igual si se muere o no, pero
haber que hago ahora con este… no puedo dejarlo así, aunque puede
que haya dejado de quererme me ha dado todo hasta ahora…”</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Y qué tiene ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Los médicos no lo saben con certeza, pero dicen que puede ser grave
si no se trata a tiempo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Antes has dicho que se estaba muriendo, ¿ no hay alguna cura o no se
puede hacer algo ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Si. Hay una manera de salvarla, pero no podemos adoptarla…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Por qué ? ¿ Acaso no la quieres ? ¡ Pues adelante !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
No podemos adoptarla porque la cura es una operación de alto riesgo
y que además el único hospital en el que se realiza está muy
lejos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Cómo de lejos ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
En la otra punta del país.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Se
quedó callada y pensativa unos momentos hasta que anlizó bien la
situación. Después siguieron hablando.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Y qué más da donde esté ? La cuestión es llevarla para que
siga viviendo, ¿ no ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Si que podríamos, pero el preparatorio y el post-operatorio son
demasiado largos, podrían durar incluso años.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Ya entiendo… pero de todas formas podeis intentarlo. No se sabe,
alhomejor cuando estéis allí el tiempo no es tan extenso…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Ahora ya todo da lo mismo… le dieron unos seis mese de vida, pero
de eso hace ya mucho…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
¿ Qué ? ¿ Y no me dijisteis nada ? ¿ Hace cuánto ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
No lo se… puede que hace uno o dos meses… no recuerdo. No te
dijimos nada para no preocuparte, y si a eso le añadíamos que nos
odias…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Morgana
entendió que su padre tenía razón: si les odiaba, ¿ para qué
iban a decírselo ? ¿ Para ver en su cara la expresión del
“me da igual” ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Pero una cosa así… entiendo que no lo hiciérais, pero aún así
no creas que os odio a ambos. Es solo a ella… de ti lo único que
pensaba es que… no se… que habías dejado tu también de
quererme…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">¡
Por favor, Morgana ! ¿ Cómo iba yo a dejar de quererte ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
No se… te estabas volviendo tan frío y distante que eso creía.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Si estaba así era por lo de tu madre, nada más.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-Entonces…
¿ eso quiere decir que me quieres ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Pues claro que si, cariño.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Madre mía, papá…¡ perdóname, he sido una estúpida ! No se como
no me había dado cuenta antes de que algo no iba bien, tu siempre
has sido bueno conmigo, nunca me has abandonado y me has apoyado en
todo. Gracias.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
No te preocupes, hija mia. Era de esperar que no lo notaras: ya no
estabas pendiente de nosotros, pasabas más tiempo sola y en tu
cuarto, tratabas de evitarnos…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Ya sabes el por qué de eso.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Si, lo se. Pero también se que es algo que nadie podía predecir.
Ella lo tomó así, y seguramente ya no cambie de idea.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Morgana
recordó las palabras que el día anterior le había dicho Edgar: “
Alhomejor ya no cambia de opinión durante el resto de su vida”</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Pues debería planteárselo. ¿ Sabes el esfuerzo tan grande que he
tenido que hacer para hacer ver que me daba todo igual ? Al
principio, que mi madre creyera que mi abuela había muerto por mi
culpa, fue un golpe tan duro que incluso llegué a pensar en reunirme
con ella y pedirle perdón para que mi madre estubiera contenta y
dejara de estar triste.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">-
Pero Morgana… - Ricardo pasó de llorar tristemente, a esbozar una
tristeza en la voz, ya pobre de llanto, que hasta él mismo se
sorprendió - ¿ tan mal te sentó sabiendo incluso que no era culpa
tuya ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y qué querías que hiciera ? </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span lang="en-US" style="font-family: inherit;">Hubo
unos momentos de silencio, en los que ambos estuvieron meditando.
Tras hacerlo, Morgana se levantó, indicó con un gesto que se
despedía, y se marchó de la casa.</span></span></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-71832020879203520332012-09-21T04:15:00.003+02:002012-09-21T04:15:54.906+02:00La Promesa del Vampiro, 2.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: large;"><span lang="en-US"><b>CAPÍTULO
2:</b></span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
Morgana llegó a su casa fue a ver a su madre, que desde el día
anterior no levantaba cabeza:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Mamá, ¿ estás bien ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, hija, no te preocupes. Son los recuerdos, que cuando vuelven es
por un largo tiempo...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero no te atormentes más, no fue culpa tuya ni de nadie,
simplemente pasó y ya está.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y ya está ? ¡¿ Crees eso de verdad ?! ¡ Acaso piensas que no
se podría haber evitado !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bueno, tranquila, yo solo quería...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Lárgate a tu habitación ahora mismo ! No quiero verte... ¡
Bruja !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
escuchar estas palabras, Morgana rompió a llorar, inundando toda la
casa con sus lágrimas y su llanto. Su padre, que lo escuchó todo,
subió a ver a su hija:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eh, Morgana, tranquila hija, tranquila...-decía él entre lágrimas
y abrazos-.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Papá... ¿ por qué me odia tanto ? ¿ tan mala hija he sido que ni
siquiera ya puedo hablar ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Ricardo
era un hombre correcto de pies a cabeza, pero había situaciones,
como en este caso, que no podía controlar y se le iban de las manos,
dando lugar a consecuencias como esa.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Cariño, no te odia.. Es simplemente... está irritada, eso es todo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No me vengas tu también con la lástima - el tono de voz de la
muchacha cambió repentinamente de pena a rencor -, no quiero la
lástima de nadie ¿ me oyes ? de nadie. Y menos la tuya, que si
supieras llevar la situación no pasarían estas cosas. Ojalá
hubiera muerto ella y no los abuelos...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Morgana !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Grita todo lo que quieras, no conseguirás que cambie de opinión. Lo
que si voy a decirte, es que tengáis cuidado: a este paso lo más
seguro es que un día os levantéis y me haya largado lejos, muy
lejos, tanto que ni yo misma sabré donde estoy.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Dichas
estas palabras, salió de la habitación pegando un portazo, bajó
las escaleras deprisa y pegó otro portazo al salir a la calle.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">"
Cielos, Edgar... ¿ dónde estás ? te necesito... "- pensó
mientras echaba a andar-</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Ricardo
por su parte, bajó al salón y le dijo a su mujer:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Érika, tenemos que hablar.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Miró
su reloj y todavía quedaban veinte minutos para las cuatro. Se
compró un refresco por el camino, pero tenía el estómago cerrado y
no se lo pudo beber, así que lo tiró. Caminó hasta llegar a la
biblioteca, que después del cementerio, era su segundo hogar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola, Lucrecia -saludó-.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hey, Morgana, ¿ qué tal estás ? - respondió ésta, que era la
recepcionista-</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bien, bueno... acabo de tener una bronca con mis viejos, pero nada
importante.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vaya, si que ha tenido que ser fuerte, nunca te había oído
llamarlos así...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Da igual, déjalo pasar, es lo que hago yo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tu madre sigue frustrada por lo del accidente, ¿ no ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Exacto, y ya me estoy empezando a cansar de tanto drama.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Mujer, tranquila... piensa que tuvo que ser difícil para ella.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues si se vuelve loca de dolor que se vaya a un manicomio, donde
debe estar. No aquí, amargándonos la vida a todos...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Madre mía... - hubo unos momentos de silencio - esto, cambiando de
tema, ¿ sabes que hay un chico nuevo por aquí ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, lo conocí ayer. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y como es ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues la verdad, es la mejor persona que he conocido nunca. Se llama
Edgar, y es agradable, simpático, culto, sabe hablar, sabe escuchar,
y lo más importante: sabe comprender y siempre adivina como me
encuentro.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vaya, vaya, cuanto sabes para haberle conocido ayer... cualquiera que
te oiga diría que te gusta...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tonterías, aunque la verdad, feo no es, pero no se...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
bajar la mirada se dio cuenta de que el reloj marcaba las cuatro
menos cinco, así que se despidió de Lucrecia y salió disparada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Oye, tengo que irme, lo siento. Ya nos veremos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Adiós chica, adiós.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
no sabía como lo hacía, pero siempre que llegaba, Edgar ya la
estaba esperando.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola, ¿ qué te ha pasado ? </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ El qué ? ¿ qué pasa ? - Morgana descubrió que en su mano
izquierda tenía un morado grande que le ocupaba gran parte de ésta
y también de la muñeca - Ostras... pues, no se... debe de haber
sido cuando he salido, lo he hecho deprisa y...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Has salido deprisa, por qué ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
La estúpida de mi madre y el orgulloso de mi padre... he tenido una
bronca y he salido corriendo y pegando portazos, supongo que será de
eso...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues sí que has cerrado fuerte, trae, déjame ver.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
le cogió la mano para examinarla. Morgana de repente sintió que su
cuerpo se relajaba y se llenaba de fuerza, al mismo tiempo que notaba
cómo se elevaba hacia un mundo sobrenatural, un mundo que ya había
visitado antes, aunque solo en sueños.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No parece grave, pero de todas maneras véndatelo y descansa unos
días.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias, Edgar... menos mal que te conocí, no se que haría yo ahora
si no te tuviera...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Chica vas ha hacer que me salgan los colores... si me conociste
ayer...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Te conocí ayer, es cierto. Pero es increíble: en un día me has
dado mucho más que la gente de mi alrededor durante toda mi vida.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Otra
vez empezaron a mirarse. Cada vez que lo hacían, un mar de historias
cabalgaba de unos ojos a otros llevando con ellas la esencia del
cariño, de la comprensión, y la del amor.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
El problema es que no tengo ninguna venda aquí, tendría que volver
a mi casa y no tengo ganas...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No te preocupes, yo siempre llevo una, esta vez me sirve para algo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vaya, gracias, pero no tienes por qué molestarte, solo es un
golpe...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Shhh, calla, déjame que te la ponga, no quiero que se convierta en
algo más grave.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Para
ponérsela, tuvieron que acercase. No mucho, pero lo suficiente como
para que sintieran uno el aliento del otro. Empezaron a mirarse de
reojo con miradas cortas y rápidas, como si quisieran hacerlo pero
no se atrevieran.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">De
repente, cuando acabó de ponérsela, Edgar subió la mirada y la
fijó en su boca, mirándola con ternura y repentino deseo. Morgana
posó poco a poco sus manos en su cintura, y empezaron ambos a
respirar cada vez más y más deprisa.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Edgar, yo no puedo, no quiero estropear nuestra amistad, yo no...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Y
mientras Morgana decía estas palabras, Edgar le cogió dulcemente la
cara entre sus manos, e instantes más tarde, las dos bocas estaban
unidas. Unidas en un deseo y unas ganas imposibles de describir, tan
grandes que no cabían en el pecho.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Siguieron
besándose durante bastante rato, no podían separarse, no querían
separarse. Aquella pasión desenfrenada era tan pura, tan hermosa,
que ni el más poderoso hechizo de odio o rencor podría haberle
afectado en aquel momento...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
poco empezó a llover y se mojaron pero no les importó, ellos solo
querían estar juntos, sin que nada ni nadie los interrumpiese...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
bajó las manos de la cara hasta que las condujo a su cintura sin
levantarlas de su cuerpo, y Morgana las subió hasta que le rodeó el
cuello con sus brazos. Todo ello, con la más exquisita y profunda
ternura.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">La
lluvia no cesaba, era como si quisiera estar presente durante
aquellos momentos de interminable amor, como si quisiera ser testigo
de un nuevo amor que estaba naciendo de la unión de dos adolescentes
que por caprichos del destino sabían ya quiénes eran el dolor y el
sufrimiento. No cesaba porque sentía que no molestaba, y que en
cierta forma, ayudaba a que siguieran pegados el uno al otro para
transmitirse mutuamente el calor...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Lo
cierto es que, aquella maravillosa estampa, era digna de admiración,
porque tan solo la valentía de demostrarle a otra persona lo que se
siente por ella, ya es un gran paso para poder quizás, en un futuro,
contarle al mundo que un día existieron, que una nueva historia de
amor sobrevivió a todos los obstáculos que la vida le interpuso.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Y
esa información, desde el momento en que sus labios apenas se
rozaron, se les quedó grabada en sus mentes.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
al rato se separaron, volvieron a besarse, pero fue un beso fugaz,
como una bonita despedida. Se miraron y finalmente, se abrazaron.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Cómo volvemos a casa ahora ? -preguntó ella-</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No te preocupes, nos refugiaremos debajo de ese árbol - respondió
él-</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
tumbaron a los pies del ciprés y cerraron los ojos. Escuchaban el
sonido de la lluvia caer, hermosa lluvia siempre sonriente, fenómeno
natural perfecto, capaz de hacer llorar tanto de alegría como de
pena y tristeza y cuyo bello sonido es música para los oídos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Todo,
absolutamente todo en aquel momento, era perfecto.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Y
lo siguió siendo incluso cuando se dieron cuenta de que el anochecer
estaba llamando a la puerta del día.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Se hace tarde - comentó él -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No me importa, así estoy bien. - respondió ella -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya pero tus padres se preocuparán …</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Esos dos me dan igual, por mi que se tiren de un puente …</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No seas así, dales una oportunidad, seguro que sabrán aprovecharla.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Una oportunidad … como se nota que no los conoces. Tendría que
contarte una larga historia para que supieses el porqué y lo
entendieras …</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Soy todo oídos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De acuerdo, si eso es lo que quieres … :“Hace unos años por
navidad fuimos de vacaciones a visitar a mis abuelos con la idea de
pasar allí al menos un par de semanas ya que no los veíamos desde
hacía mucho tiempo. Al llegar todo parecía normal, de hecho era
normal. Mi abuela tenía la costumbre de prepararme chocolate por las
tardes y calentarlo en el fuego de la chimenea. Pero dio la
casualidad de que cuando llevábamos allí unos cinco o seis días
mis padres y mi abuelo bajaron al pueblo a comprar unas cosas y en
ese momento no había leña en la casa, así que tuvo que salir ella
a buscarla. Podría haber ido yo, pero no me avisó y yo tampoco me
di cuenta de que había salido porque estaba en mi habitación,
leyendo. Cuando mis padres y mi abuelo volvieron, me preguntaron
donde estaba y claro, no pude responder, pero para que no se
preocuparan les dije que hacía poco que había salido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pasó
un buen rato y ya no pudieron más y salieron a buscarla, pero no la
encontraron. Siguieron hasta avanzadas horas de la noche, pero sin
resultado. A la mañana siguiente denunciaron su desaparición y el
pueblo entero se volcó en la búsqueda, pero otra vez fue en vano.
Mi abuelo no se rindió y cuando ya estaba empezando a anochecer
salió de nuevo en su busca sin hacer caso a mis padres de que era
mejor esperar al día siguiente.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Pasó
mucho rato y no volvía, así que se fueron a buscarlo. En esta
ocasión no tuve que esperar tanto: a lo lejos en la colina se oyó
un grito, un grito de dolor en el que pude reconocer la voz de mi
madre. Salí corriendo guiándome por el sonido del llanto que le
siguió y llegué a una explanada donde había un árbol caído y a
sus pies estaban mi madre arrodillada llorando y mi padre de pié con
las manos en la cabeza. Me acerqué despacio y comprendí cual era el
horror y el motivo de la pena:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Mi
abuela estaba debajo del árbol caído. Había muerto aplastada”-
Morgana se detuvo para coger aliento y retener las lágrimas que
amenazaban con aparecer y caer de sus ojos.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No llores, si no quieres seguir no sigas, pero por favor, no llores
…- intentó consolarla -</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ahora ya debo acabar, no te preocupes, estoy bien: “ En aquel
momento mi madre se giró y me vio, y si no llega a ser por mi padre
que la vio venir y la sujetó me hubiera asesinado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Por tu culpa maldita ! ¡ Mira lo que has hecho, maldita y mil
veces maldita !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Érika tranquilízate ! ¡ Ella no tiene la culpa !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Maldita, maldita, maldita niña caprichosa !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ Morgana, vuelve a la casa, corre !</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Salí
disparada sin comprender todavía lo que había sucedido. Cuando
llegué, no se me ocurrió otra cosa que llamar a la policía y
algunos vecinos, estaba tan asustada que casi no pude explicarles lo
que había sucedido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Llegaron
inmediatamente y se dirigieron hacia donde yo les había indicado.
Después de mucho ajetreo, llegó el pobre de mi abuelo muy
decepcionado porque no la había encontrado. Yo me tiré a sus brazos
y rompí a llorar.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">-¡
Abuelo por favor, perdóname ! ¡ Perdóname por favor !… </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eh, eh, eh, tranquila chica, tu no tienes la culpa de nada, ya verás
como vuelve pronto.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¡ No va a volver ! No volverá nunca más…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ A qué te refieres ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">En
ese momento llegó la policía y le dio la mala noticia, a la cual el
pobre hombre solo pudo reaccionar diciendo:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No es posible … no es posible …</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Acto
seguido entraron mis padres, y mi madre ni me miró. Me ignoró por
completo, haciéndome sentir aún más culpable. Mi padre fue el
único que se dignó a decirme que hiciera la maleta, que me iba al
día siguiente. Yo me quedé de piedra, pero reflexioné y vi que era
lo mejor para todos, incluso para mi.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">No
se que pasó esa noche, porque me enviaron al hotel nada más salir y
decir que ya estaba lista, lo que si recuerdo es que mientras mi
padre conducía no levantó ni un instante la vista de la carretera
ni dijo nada, como si fuese un fantasma.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Por
la mañana me despertó el conserje y me dijo que mi tren estaba
listo para partir. Me subí a él y llegué a mi casa al medio día.
Lo único que hice fue colocar la ropa en el armario y después me
senté a leer otra vez.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Durante
dos días más estuve yo sola, haciendo lo que quería. Yo misma me
sorprendí de mi falta de tristeza, incluso me daba igual todo. Me
sorprendí más aún cuando mi padre me telefoneó para decirme que
mi abuelo se había suicidado, y no sentí nada queriéndolo como lo
quería. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Días
después volvieron y tuve que hacer la maleta otra vez: nos
mudábamos”-</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Y así fue como acabaste aquí, ¿ no ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Así es, pero en mi casa todo sigue igual: mi madre todavía cree que
fue por mi culpa, mi padre no sabe que hacer, y yo vivo como quiero
sin que me importe lo que piensen.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eso tuvo que ser duro …</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo fue en su momento, pero pasó hace tres años. ¿ No crees que
debería haberse dado cuanta ya de que está equivocada ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Alhomejor ya no cambia de opinión durante el resto de su vida.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si es así, entonces tendré que hacer la maleta pronto de nuevo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
le apretó la mano y adoptó una postura un tanto protectora.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Yo jamás permitiría que algo malo te sucediese.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Lo se, y te estoy muy agradecida por todo lo que has hecho por mi,
aunque solo nos conozcamos desde hace un día - bromeó -.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De todas formas, mi princesa negra, hazme caso y vuelve. No tienes
que hacerles caso, pasa de ellos hasta que todo vuelva a su cauce,
verás como se arregla.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-¿
Cómo me has llamado ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Mi princesa negra, ¿ te ha molestado ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Que va - dijo con una sonrisa- al contrario: creo que es lo más
bonito que me han dicho en mi vida …- notó como se le subían los
colores-.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bueno, es así como yo te veo, como una princesa. Como mi bella
princesa negra.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
acercó y la besó.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Gracias otra vez - y pensó para ella sin darse cuenta: “mi amor”-.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
estuvieron riendo hasta que al final Morgana le hizo caso y volvió.
Edgar la acompañó y se despidieron con otro beso en la puerta. Él
se alejó y desapareció en la oscuridad. Ella, tras las puertas de
su prisión.</span></span></div>
<br />
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-29952365958326006942012-09-16T03:26:00.000+02:002012-09-18T00:36:30.692+02:00La promesa del Vampiro, 1.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En vista de que por estos lares los vampiros son bastante queridos, me complace mucho publicar esta serie de capítulos de una historia que nunca llegó a ver la luz por inconclusa, pero que aspiró en su momento a ser mi primer libro. Se quedó sin terminar debido a que lo empecé en un arranque de rabia, un arrebato de sinceridad que necesitaba para desahogarme y no volverme loca por culpa de todo lo que estaba sufriendo. Aclaro que esta historia tiene unos cinco años, cuando yo tenía entre catorce y quince, por lo que seguramente tendrá alguna falta ya que decidí dejarlo tal y como estaba y declararlo como un principio de lo que la literatura iba a suponer para mí a partir de ese momento.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y nada más, yo lo escribí y evidentemente a mí me gusta, pero vosotros sois los jueces. Espero que os guste ^^</span><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
<span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: x-large;"><span lang="en-US"><u><b><i>"La
Promesa Del Vampiro”</i></b></u></span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
<br /></div>
<div align="CENTER" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm;">
<span style="font-family: Book Antiqua, serif;"><span style="font-size: large;"><span lang="en-US"><b>CAPÍTULO
1.</b></span></span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">El
inicio de este relato se posa sobre una mañana de invierno nevada,
en la que se veían desde las ventanas a los niños jugar con la
nieve y reírse a bocajarro sin poder parar. Corriendo de aquí para
allá, con una energía y un espíritu aventurero propios de tal
edad, compraban algunos también bolsitas de comida para darles a las
palomas que, a pesar del frío, siempre había por allí.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">De
repente, una ráfaga de viento hizo que uno de los jovencitos se
desviara de trayecto y lanzara la bola de nieve hacia otro lugar,
yendo a parar a la puerta de una casa. </span></span>
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">La
mujer salió y les regañó mientras observaba sus caritas y, se daba
cuenta, de que no lo habían echo a propósito, así que entró y
salió con unas bolsas de caramelos. Los niños muy contentos por el
regalo, dieron las gracias y se fueron corriendo igual que habían
venido.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">La
mujer volvió a entrar y llamó a su hija para que bajase. Cuando
ésta lo hizo, salieron y se pusieron en marcha hacia el cementerio.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
llegar, la muchacha notó cómo a su madre le caían las lágrimas de
sus claros ojos azules; en cambio a ella, el mero hecho de estar en
aquel lugar le producía unas sensaciones de paz y de tranquilidad
inmensas. Mientras sus padres se encaminaron hacia el sepulcro de sus
abuelos, ella se quedó en la entrada, observando todo con infinita
curiosidad y paciencia. A menudo le pasaba: su mente viajaba a otro
mundo y se evadía del terrenal.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, vamos- dijo su padre.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ya voy- respondió la muchacha.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Mientras
caminaban en perfecto silencio, Morgana advirtió la presencia de
otra familia cerca de la tumba de los padres de su madre. Se los
quedó mirando con cara de extrañeza, pues nunca los había visto
antes, y el chico jóven ( debía ser de su misma edad, es decir,
unos diecisiete años ) le devolvió la mirada. Para su sorpresa,
éste le hizo un gesto señalando que fuera donde él se encontraba
antes de marcharse, al que ella respondió afirmativamente.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Antes
de llegar a la tumba, Morgana le dijo a su padre en voz baja que no
podía quedarse mucho tiempo, ya que tenía que marcharse para hacer
un trabajo que debía entregar al día siguiente.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No pasa nada, ve- le respondió- pero no te entretengas, acuérdate
que hoy hace tres años del accidente, debes estar en casa.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Tranquilo, allí estaré.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">No
pasó un cuarto de hora cuando se marchó despacio.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
llegar al lugar, ya la estaba esperando. Desde el primer momento en
que sus miradas se cruzaron, una llama nació con fuerza de ellas,
como si hubiera estado dormida todo el tiempo buscando el momento
oportuno para aparecer. Y ese momento había llegado.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola - saludó Morgana.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">El
chico respondió con un gesto con la cabeza.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Qué me querías decir antes ?- preguntó él.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ A qué te refieres ? No te he preguntado nada.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-Al
entrar te has quedado mirando, y e supuesto que era porque querías
decirme algo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ah, eso... bueno... la verdad es que si, quería preguntarte algo. No
eres de aquí ¿ verdad ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No, me he mudado hace poco.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Y eso, por qué ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Mi padre y su dichoso trabajo...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Ah, ya entiendo. ¿ Cómo te llamas ? ¿ De dónde eres ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Edgar, y soy del norte, de una ciudad llamada Corberna. ¿ Y tú ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Morgana, y yo también vengo del norte, de Espector.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vaya, me encanta tu nombre... es algo antiguo, pero hermoso.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Vaya... gracias. A mi también me gusta el tuyo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Estuvieron
charlando un rato, luego se despidieron y cada uno se fue a su casa.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">"
Es un muchacho agradable -pensó-, y además no es el típico
gracioso de turno. Tampoco es nada feo ".</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
llegar a su casa, Morgana subió a su habitación, se sentó en el
escritorio y comenzó a hacer un " trabajo " para
enseñárselo a sus padres y que no se dieran cuenta de que les había
mentido, luego empezó a dibujar a Edgar. Aquel muchacho se le había
metido en la cabeza y ahora no podía sacárselo: ni alto ni bajo,
moreno de pelo largo a media espalda, ojos negros y pintados ambos de
color azabache ( cosa que le sorprendió, pero al mismo tiempo gustó
), cara de niño pero con cierto toque adulto, labios gruesos y,
aunque eso no podía dibujarlo, una voz grave pero suave que la
encandiló. Su ropa era algo extraña, pero le encantó también: un
pantalón largo negro con unas cadenas finas en plateado y una camisa
negra y blanca de media manga que daba paso a unos brazos con
apariencia robusta pero tierna al mismo tiempo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
acabó cogió el dibujo y lo guardó en una carpeta que solo ella
conocía, detrás del escritorio en un hueco de la pared. Ahí
también guardaba otras cosas: papeles con sus ideas y pensamientos,
fotografías de su mundo, textos filosóficos, y muchas más cosas.
Las tenía todas escondidas porque tenía miedo de que sus padres no
la dejaran volver a tenerlas, ya que cuando la vieron vestida de
negro la primara vez, ya empezaron a mirarla raro. No pudo soportarlo
y juró guardar todo bajo secreto.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Aunque
se seguía vistiendo de negro ya no le importaba lo que pensaran de
ella: era su mundo, su vida, su manera de ser, su forma de hablar y
de ver las cosas... todo. Nadie la había entendido nunca, pero
aquella charla con Edgar en el cementerio le brindó confianza y
cierta tranquilidad. Y era normal: siempre que hablaba con alguien
que no conocía se apartaba rápidamente, como si le diera asco, en
cambio, aquel muchacho no solo se había quedado con ella, sino que
además, le gustaba su nombre.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Edgar
pareció tener la misma idea. Se sentó en una mesa y empezó a
dibujar a Morgana: también ni alta ni baja, piel blanca como la
leche, un pelo larguísimo hasta la cintura y de color negro puro,
tenía sus oscuros ojos pintados de negro que le daban un aire a una
mujer más mayor, pero que al mismo tiempo transmitían toda su
belleza, manos suaves aunque quebradas, labios finos y rojos como la
sangre, y lo que más le llamó la atención, su ropa: una falda
larga hasta los pies, de color negro con volantes y diferentes capas
y un corsé precioso en color morado con encajes en forma de rosas
negras.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="en-US">Pero
a diferencia de Morgana, Edgar no guardó su dibujo, sino que lo
enmarcó en un marco plateado y lo colgó en el cabezal de su cama.
Y ni siquiera supo por qué lo hizo, pero lo hizo y se acabó. </span></span>
</span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Morgana
se pasó el resto de la tarde y parte de la noche pensando en Edgar.
Ese muchacho tenía algo especial, algo que la atraía de una manera
que no la dejaba ni dormir tranquila.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">"
¿ Tendrá insomnio como yo o estará profundamente dormido ?"
-pensaba-, " Podría llamarlo, pero... ¿ y si de verdad está
dormido ? ¿ y si está con compañía? ".</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Así
estuvo hasta avanzadas horas de la madrugada, hasta que el sueño la
venció.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Aquella
noche tuvo un sueño muy extraño: estaban ella y otro muchacho a las
puertas de un edificio antiguo llevando un libro entra las manos en
el que podía verse claramente que era grueso, de hoja fina y estaba
escrito en latín. No pudo verle la cara al muchacho, ya que todo
estaba muy oscuro, y solo pudo distinguir estos pequeños rasgos
gracias a la luz de la Luna, siempre hermosa.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Por
la mañana intentó llamar a Edgar, pero pensó que quizás era
demasiado pronto para verlo otra vez, aunque pareciera que éste
pudiera leerle el pensamiento, ya que al poco rato llamaron a la
puerta y era él.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hola, ¿ qué haces levantado tan temprano ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eh, bueno, verás... Es que como ya te dije ayer me he mudado hace
poco, y necesito conocer un poco todo esto, y como eres la única
persona que conozco aquí, pues...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No te preocupes, esto es grande pero no tanto como parece, ven, te lo
mostraré.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Anduvieron
por las calles durante un rato, luego pararon a descansar en los
bancos de un parque y, como si fueran almas gemelas, ambos se
quedaron mirando hacia ninguna parte, con la mirada perdida en el
horizonte.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">De
repente, la voz de Morgana quebró el silencio:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Sabes, ayer me dejaste muy intrigada. Quiero saber más sobre ti.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No hay mucho que contar... supongo que soy un chico corriente como
cualquier otro...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero háblame de ti, qué te gusta, qué no, cómo te sentó mudarte,
etc.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pues... donde yo vivía antes me decían que parecía un fantasma
porque siempre estaba en todas partes pero nunca en el mismo lugar.
Me gusta saber que es lo que piensan las personas, no soy muy de
salir, no me gusta controlar nada, pero me gusta saber qué pasa a mi
alrededor, soy bastante independiente, prefiero tener tres o cuatro
amigos que un grupo grande, no suelo identificarme con mucha gente,
más bien logro ser yo mismo cuando estoy con poca gente que sabe
entender como soy, como pienso... y no se que más contar. Ahora te
toca a ti, cuéntame como eres.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
La verdad, no sé. Siempre he sido la rara, nunca han sabido apreciar
lo que pienso o lo que hago, me gusta mucho la soledad, tampoco me
gustan los grupos grandes, me siento frustrada e incómoda. Es
curioso... a mi también me dicen que parezco un fantasma, pero de
otra manera: dicen que parezco una viuda negra, esperando siempre lo
que nunca llega, anhelando mis deseos y pensamientos, aún sabiendo
que nunca vendrán...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Al
decir estas últimas palabras, Edgar advirtió que se le aguaban los
ojos, con lo que la cortó para que no siguiera hiriéndose.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Sabes qué ? La primera vez que me pinté los ojos sentí una
especie de escalofrío, pero fue agradable, así que seguí
haciéndolo, y no me importaba lo que la gente pensara, era yo, soy
yo, y me siento bien así. No te derrumbes por cuatro comentarios de
gente sin alma, pues son estas las personas que merecen pasarlo mal y
darse cuenta de lo que de verdad es la vida, no tú ni yo. Sé
fuerte.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">A
Morgana se le escapó una sonrisa de los labios.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Sabes ? Tienes razón. No se puede vivir de lo que piense la
gente, porque siempre van a estar ahí, esperando el momento para
atacar. Muchas gracias Edgar, de verdad. Me has quitado una venda de
los ojos que yo nunca me he podido quitar. Gracias, amigo mío.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
escuchó estas palabras, se dio cuanta de que Morgana era diferente,
no era como las demás que solo piensan en vivir la vida sin saber
que es o lo que han venido ha hacer en ella, o pensar en su futuro.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
¿ Amigo mío ?- repitió como un loro- me has llamado amigo...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Si, lo he hecho. Oye lo siento si te ha molestado, yo no...</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No, no tranquila, es que no me han llamado así nunca, eso es
todo...- y le sonrió-.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Pero, ¿ qué dices ? ¿ Nunca has tenido amigos o qué ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
No. Nunca me ha gustado la manera de ser de la gente de hoy en día,
demasiado despreocupada y desentendida de todo…</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Por favor, parecemos hermanos, a mí tampoco me gusta. Pero
tranquilo, que tengo suerte. Voy a poder ser la primera en algo.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Se
miraron, sonrieron y se levantaron.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Oye Edgar, va a ser mediodía, ¿ por qué no te quedas a comer en mi
casa ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eh, esto, pues, porque... no puedo, lo siento, me están esperando en
casa, otro día, ¿ de acuerdo ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Bueno... está bien, pero esta tarde quedamos. ¿ En el cementerio a
las cuatro te va bien ?</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Eh, si, claro.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Perfecto, allí nos veremos, hasta luego.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
Hasta luego.</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">Cuando
ella se alejó, Edgar le dio las gracias en voz baja por considerarlo
su amigo y le respondió:</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><span lang="en-US">-
De nada, amiga mía.</span></span></div>
<div lang="en-US" style="margin-bottom: 0cm; margin-right: 0.24cm; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Espejohttp://www.blogger.com/profile/05862324411560446361noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6761960279003672092.post-16221775693518057662012-09-06T17:02:00.001+02:002012-09-06T17:04:48.074+02:00Cacería<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="text-align: left;">
<span style="background-color: black; color: #741b47; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;">Era extremadamente curioso cómo la vida podía tener tantas caras. ¿Yo? Yo sólo tenía una, pero utilizaba todas las máscaras y mentiras que hicieran falta con tal de alcanzar lo que me proponía. Llevaba un par de días encerrada leyendo e investigando sobre mi amada Escandinavia y sobre su historia tras mi partida y había descubierto cosas muy interesantes. Pero tanto estudio había hecho que me olvidase por completo de que yo no era inmortal porque sí, y que debía alimentarme. Mi estómago rugía y tenía la boca seca, por lo que al salir a la calle comencé a escuchar latidos por todas partes, pero me aventuré por las zonas poco transitadas para asegurar mi éxito y mi sigilo. Los callejones, el cementerio o las afueras de la ciudad siempre eran un blanco perfecto: solitarios y silenciosos. Un golpe rápido, sólo un golpe seco y tenía la sangre que necesitaba. </span></div>
<span style="background-color: black; color: #741b47; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">Esa noche decidí vestirme para la ocasión y me puse un vestido rojo ceñido que ayudaba a resaltar mis dotes, y me perfilé los labios con carmín del mismo color, pero de tonalidad más oscuro. Con mi piel blanca y ese resalto, era propiamente una dama de la noche. Perfecta.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">Salir a cazar siempre había tenido una parte buena y otra mala. La buena, era que me había terminado gustando asustar a las personas y morderlas hasta dejarlas secas; la mala, que me acordaba vez sí vez también del bastardo que me transformó en </span><i style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; margin: 0px; padding: 0px;">esto</i><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">. Pero yo era optimista, así que me olvidaba rápido de </span><i style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; margin: 0px; padding: 0px;">él</i><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;"> y me dedicaba a saborear el precioso líquido escarlata que una vez habitó caliente dentro de mí. </span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">Yo llevaba tacón, pero gracias a mi sigilo los zapatos no eran más que un adorno que sólo sonaba si yo así lo deseaba. Sin embargo, sí que escuché unos a lo lejos gracias a mi oído desarrollado. Y también capté un olor, y la presencia de la que provenía ese olor... una mujer, pero había algo más, otra presencia y otro olor... otro vampiro. Aspiré hondo y me dirigí hacia ella utilizando toda mi agudeza sigilosa. Con un poco de suerte, me dejaría el camino libre. Sino... Ay, sino. </span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">Me oculté tras un saliente de una casa y allí observé, disimulando mi olor con el de una caja de frutas podridas que tenía delante. No me convenía que el otro supiese que yo estaba allí, porque de lo contrario las cosas podían ponerse feas hasta el punto de que tendría que matarlo. Vi cómo tropezaban y escuché cómo él farfullaba, pero siguió adelante sin menor problema y una sonrisa triunfal de oreja a oreja se plantó en mis labios. Festín a la vista, y podría beber cuanto quisiera: por su ropa y su aroma era una simple prostituta, así que nadie la echaría de menos.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: black; font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">Cuando el otro se hubo alejado lo suficiente (suficiente para mi olfato y mi oído) salí de donde me encontraba y me acerqué a ella por detrás, despacio, con mucho cuidado y sigilo, hasta que me coloqué justo detrás de su espalda y aspiré profundamente el olor de su cuello.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">-</span><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; margin: 0px; padding: 0px;">Bú... </span><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">-susurré, y rápidamente cubrí su boca con mi mano, impidiéndole gritar. -</span><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; margin: 0px; padding: 0px;">Más te vale quedarte calladita si quieres volver a ver el amanecer... </span><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">-amenacé, y comencé a arrastrarla hacia detrás de unas maderas.</span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 13px; line-height: 18.183332443237305px;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;">Entonces, inevitablemente, </span><i style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px; margin: 0px; padding: 0px;">él</i><span style="font-size: 12.727272033691406px; line-height: 18.196969985961914px;"> acudió a mi mente. Dioses, lo juro por lo más sagrado... Por Thor y por todos los ángeles caídos, juro que se arrepentirá de haberme hecho lo que me hizo.</span></div>
</span></span></div>
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